El Festival Pirarucú de Oro elimina fronteras a través de la música

“Cuando la selva canta, las fronteras desaparecen”, es el lema con el que la ciudad de Leticia recibe la trigésimo tercera edición del Festival Internacional de Música Popular Amazonense, ‘El Pirarucú de Oro’, que continúa borrando las fronteras de la región gracias a su constante crecimiento y apoyo a los artistas locales.

Desde 1987 la capital amazonense recibe artistas de todas las edades que participan en las diferentes categorías:

Juvenil e Infantil, que se ha convertido en el semillero de artistas de la región, pues algunos concursantes de las otras categorías han pasado previamente por esta. La categoría infantil recibe niños hasta de 13 años y la categoría juvenil recibe participantes de 14 a 17 años.

Las Murgas son el formato musical más tradicional del territorio y cuentan también con su propio capítulo en este evento. El director artístico del Festival, Emilio Erazo Dosantos, explica sobre este formato: “Las murgas nacen en el Amazonas entre los 50 y los 60, en el entorno de las fiestas, de las agrupaciones que se encargaban de amenizar los eventos. El formato que manejaban estaba compuesto por instrumentos de percusión, guitarras y un solo instrumento melódico que solía ser; el rondín, la dulzaina o el acordeón de teclas, estos acompañados de voces”. 

Y continúa “lo interesante ha sido que este formato comenzó a trasladarse a las poblaciones que viven a lo largo del río, quienes empezaron a apropiarse del mismo y a proponer murgas a partir de elementos sonoros propios de sus culturas, por lo que es muy llamativo ver las propuestas que traen en esta modalidad todos los años”. 

El ingrediente internacional se hace presente en dos categorías: Intérprete vocal internacional, y Autor y compositor, donde participan músicos de los tres países fronterizos.

También puedes leer: 

• La hoja de coca llega a los recetarios de la gastronomía colombiana
• La arepa, un alimento tradicional que no falta en el plato de muchos colombianos

Hay, además, un componente que cada año ya que la modalidad de Experiencias sonoras busca homenajear artistas emblemáticos de la triple frontera, aprovechando la creatividad de los músicos locales, así los participantes presentan obras del artista homenajeado aportando sus propios arreglos y modificaciones en el estilo, género y ritmo.

Este año el protagonista será el maestro José Nory Erazo Ferreira, compositor, multiinstrumentista, docente y director de distintas agrupaciones como Los Tremendos, El Séptimo Som y Los Novatos; además de haber fundado Los Amazónicos, una de las más representativas en la historia de la música popular amazonense.

Para Christian Montoya, director de la agrupación Omacha, esta es una oportunidad maravillosa para agradecer a sus predecesores: “Esto es algo que me emociona porque la familia Erazo, dentro de la que se encuentra el actual director del festival, son personajes de gran trayectoria, de gran humildad y talento. Ellos son sinónimos de excelencia musical y tradicional de la región.”

Mantener el constante crecimiento del Festival fortalece los procesos de los artistas locales, y también ayuda a consolidar la unión cultural de la triple frontera. Para Emilio Erazo, en este evento se pone en evidencia que “gracias a la mixtura de géneros y ritmos, y a los elementos lingüísticos y musicales, nace una sonoridad única”.

El director de Omacha, Christian Montoya, celebra la llegada de una nueva edición: “Está última semana de noviembre, que es cuando se realiza el festival, es una época que todos los artistas de la región esperan ansiosamente, ya que es un escenario para figurar, para mostrar todas las historias que surgen en la región, pues una de las cosas más fuertes que tiene la música popular amazonense es ese contar de la tradición, la idiosincrasia, la cotidianidad que se vive en un lugar tan especial en el que se unen tres países, tres culturas, que convergen y se convierten en una sola”.