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Amo Jesús, una tradición cultural y religiosa en el Cauca

Estas celebraciones que por tradición se dejan para el último domingo del mes de agosto, se han visto reflejadas en más de 200 años.
Fotos: Diego Fernando Mera
Alexander Camayo

La llegada de los españoles a territorio americano trajo consigo la propagación del cristianismo. Por lo que fue necesario implementar el arte como herramienta pedagógica ante la diferencia de dialectos y costumbres. Así, los españoles que ya tenían especial aprecio por santos y devociones particulares, replicaron en las zonas donde se establecían esculturas y pinturas que había en Europa.

“La devoción al Amo Jesús, que posiblemente tiene sus orígenes en el Señor de la Salud de Cádiz (España), se propagó fuertemente en la región de la Real Audiencia de Quito, es decir, desde Popayán en Colombia, hasta Piura en el Perú. Dejando valiosas esculturas por varias de las ciudades y villas. Tal es el caso de Popayán donde los franciscanos y dominicos asumieron la cristianización de indígenas a partir del uso de la imagen del Amo Jesús”, así lo relata Diego Fernando Mera, contratista de la oficina de Cultura y Turismo y presidente de la Junta del Amo Jesús de la vereda Puelenje en la capital Caucana.

Es importante aclarar que, “aunque Cristo teológicamente es uno solo. El Amo Jesús no corresponde a la misma advocación del Ecce Homo. Pues este último representa una escena bíblica y el Amo Jesús corresponde a una alegoría de Jesucristo reinante martirizado como muestra de la redención humana. Por eso el Ecce homo va desnudo con su capa y caña, mientras que el Amo, sentado sobre un trono de rey, mira con las manos abiertas al devoto que busca la conversión”, indicó Mera. 

Parte de esta historia nos lleva a conocer y entrelazar a Popayán y la región del Cauca, es así que “se viene tejiendo una ruta a través de la coordinación de turismo dando una mirada de devoción y patrimonio que tiene esta festividad, donde permitirá mostrar una guía que inicia en el templo de la Jimena, pasando por el templo de Yanaconas, posteriormente templo de la Ermita y finalizando en la Parroquia de Puelenje; un recorrido que contará la historia, detalles que se tienen alrededor del Amo Jesús y que permitirá a futuro crear un circuito que enlace los municipios de Timbío, El Tambo, Silvia, Coconuco, regiones que aún atesoran esta festividad y se preserva lo cultural, religioso y su importancia para quienes son fieles devotos del Amo Jesús”, señala Mónica Jimena Anacona, coordinadora de la Secretaría de Cultura y Turismo de Popayán.

Amo Jesús

Este patrono se encuentra en La Ermita de Popayán, Se conoce que es la escultura más antigua de este tipo, documentada debido a una solicitud para trasladarla en 1.670 a otro templo de la ciudad. Esta figura, ubicada sobre un trono de plata, se cree que llegó proveniente desde Roma (Italia). En orden cronológico, figura el Amo Jesús de Timbío que ya data desde 1.680 en el templo de dicho pueblo, en ese orden, el Amo de El Tambo en 1.706 labrada en fina madera, según la tradición encontrada en Huisitó, en un punto llamado Guinea, detrás de la cordillera occidental.

Luego el Amo del barrio Yanaconas, que se trataría de una escultura elaborada en Quito por “Pampite”, un reconocido artista de esa ciudad. Le siguen el Amo Jesús del templo de San Agustín, el Amo de Puelenje, siendo anteriormente un caserío cercano a Popayán. La imagen del Amo de Puelenje figura con una esplendorosa silla decorada con flores de manufactura indígena; además de otra imagen en la Iglesia de La Jimena que hoy es custodiada por las hermanas Clarisas, así mismo se destacan las esculturas en Silvia, Tunía y Coconuco.

Cada una de estas piezas artísticas, que en su momento cumplieron con la función de evangelizar, hoy son legado del arte colonial y parte de la idiosincrasia de las comunidades donde se encuentran. Aunque todas las mencionadas tenían su festividad con todo lo que mandaba la Iglesia católica, hoy en día, solo tres sostienen la fiesta: El Tambo, Puelenje y Yanaconas, las otras imágenes son usadas para procesiones de Semana Santa y algunas exhibidas solo en las iglesias de la Ciudad.

Estas celebraciones que por tradición se dejan para el último domingo del mes de agosto, se han visto reflejadas en más de 200 años, rodeadas de actos culturales, participación de fieles, chirimías, fuegos artificiales, procesiones y hasta historias místicas que varían según la localidad donde se realice el acto conmemorativo.

Amo Jesús

Por ejemplo, en el Barrio Yanaconas de Popayán, se dice que los Amos se reúnen para verse y custodiar a su pueblo. En la Vereda Puelenje, se cuenta que un sacerdote llamado Cesáreo Caicedo, administrador de la arquidiócesis en 1896, decidió cambiar las imágenes del Amo de El Tambo y Puelenje. Y en el Municipio de El Tambo, que la imagen se hizo pesada para no pudiera salir de su pueblo.

Los milagros son también relacionados con el Amo Jesús, relatos de devotos que han recibido sanación de enfermedades, que han sido librados de la muerte, que han recibido prosperidad material. Es el caso de la señora Alicia Maca, de la vereda la Playa, que da su testimonio.

“Desde niña acojo esta tradición y estoy agradecida con el Amo Jesús porque en tiempos de sequía nos ha dado la bendición de recibir el agua para nuestra vida, para nuestra tierra y lo que cultivamos, doy fe que hace un tiempo que entró un verano muy cerrado desde julio hasta mediados de octubre, se decidió sacar el Amo en procesión por la zona y el mismo día se vino el agua como la pedíamos”.

De este modo el Amo Jesús, hoy es parte de la cultura, la historia y la tradición de gran parte de los caucanos.

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