El adiós a Julio Rojas
En dos oportunidades, 1983 y 1994, Julio Rojas Buendía se coronó como Rey Vallenato. Aquella primera vez fue jurado del concurso el propio Gabriel García Márquez, a quien no sólo asombró el bolivarense por su destreza en el acordeón, sino también por llevar por segundo apellido el de la saga familiar de “Cien años de soledad”. Desde ese entonces no hubo parranda vallenata del Nobel que no requiriera de los buenos oficios del músico, nacido en San Juan Nepomuceno en 1959 y quien será recordado además por haber sido acompañante de Armando Moscote, Octavio Daza, Poncho Zuleta, y muchos otros exponentes del vallenato.
“El folclor vallenato está de luto por la partida del hombre que supo darle gran trascendencia a los paseos, merengues sones y puyas, que fueron su mejor alimento desde los trece años, cuando aprendió a interpretar el acordeón. También porque llevó a distintos escenarios está música y fue un excelente competidor”, manifestó el Festival de la Leyenda Vallenata tras conocerse la noticia del deceso del acordeonero a sus 57 años, víctima de un infarto, justo en una semana en la que se le estaba rindiendo un gran homenaje en el Festival Distrital de Música de Acordeón de Barranquilla. Horas antes de morir había tocado tres temas en aquel escenario.
Rojas era reconocido además como humorista en espacios de Telecaribe, y fue padre de cuatro hijos, todos ellos llamados Julio por primer nombre, y ejecutantes como él del acordeón.
Julio Rojas, dos veces Rey Vallenato, es nuestra Artista de la Semana.
