Colombiología en el Sur
Es posible que uno de los muchos aciertos que exhibe el festival PastoJazz y Músicas del mundo, sea precisamente la apuesta que hace por la presencia de músicos y músicas colombianas; no hay otra de las cuatro ciudades restantes que ubique a nuestros artistas con la misma importancia que tienen los invitados internacionales, que no es poca cosa si consideramos que estos personajes viven las mieles del triunfo en giras y festivales que se realizan en escenarios consagratorios alrededor del mundo.
El Festival de Pasto, por ejemplo, siempre se reserva un espacio para el estímulo de los suyos, como lo hiciera con los maestros Edy Martínez, Lalo Maya y Noro Bastidas. En esta oportunidad, el turno fue para el incansable luchador, maestro y gestor Yeimy Argotti Benavides, que se puso sobre los hombros la tarea de educar a los niños de su tierra en las disciplinas musicales del sonido afrocaribe.
Siete “pelaos” manejaron los misterios de Tito, de Mongo y de Ray Barreto como avezados antillanos de larga experiencia. Resalto de los Latin Boys Jazz Ensemble la versión de Afro Blue que con la quena se transformó en sureña.
Grupo Redil Cuarteto
Redil Cuarteto, por su parte, refrendó una historia maravillosa que bien conoce el público colombiológico de la Radio Nacional, músicas colombianas de fusión llevadas a un sonido de jazz con lenguaje colombiano… como debe ser.
En el grupo de Sabogal, otro que se multiplica desde hace varios años, el maestro Urián Sarmiento, y con ellos la vastísima experiencia percusiva de Feddy Colorado y la magia personal de Hugo Candelario, que arrastra tras de sí y por encima de todo un don de gentes que le da a su música la gracia, la belleza y el color.
Grupo Chaworó
Finalmente Chaworó. No sorprende una nueva propuesta del inquietísimo Fabio Ortiz y sus amigos, que con este grupo se salen de la timba para recorrer los caminos trazados previamente por genios de la música latina como Chucho Valdés, Giovanni Hidalgo e Irakere. A Chaworó, que comparte nómina con Puerto Colombia Ensamble y con La Retumba, le esperan grandes cosas.
Bogotá, con el Ensamble de la Escuela Fernando Sor, y Cartagena con las no menos emocionantes Melisa Pinto y Urpi Barco, completaron la escena de un Festival que revivió con creces el adagio de que ¡No hay quinto malo!.
