La Ley de Reforma agraria propuesta por el presidente Santos encierra la oportunidad histórica saldar esa deuda que el país tiene con el campo colombiano, así lo señalan analistas e historiadores nacionales, quienes afirman que esta debe concentrarse en educación, infraestructura y proyectos productivos que generen inclusión social, sobre todo si se tiene en cuenta que el 52% de la tierra la pertenece al 1.5% de la población.