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Las hijas de Jesús María, las últimas de una tradición Guabinera

Nuestro país está lleno de tradiciones y cantos que no podemos dejar perder.

Escuché voces en un tono alto que a mi juicio correspondían a tres o cuatro mujeres, me detuve unos segundos mientras trataba de ubicar el origen de aquel sonido que me llevó a recordar a mi abuela Elisa. Me acerqué siguiendo la carrera quinta del municipio de Jesús María y ya pude escuchar con mayor claridad una especie de copla…

“En el centro de la tierra

suspiraba un pisco viejo,

y en el suspiro decía,

yo a mis piscas no las dejo…”

En una de las casas de la familia Ardila, estaban reunidas entonando guabinas, vestían ponchos especialmente diseñados para ellas, llevaban su sombrero y presentaban sus cantos con sumo orgullo y total despreocupación por el entorno. Me invitaron a seguir, es un local de artesanías ubicado sobre la vía principal del municipio, que muy esporádicamente y sin mayores pretensiones, se convierte en epicentro de la cultura y de la música.

Conversé con ellas, compartieron sus recuerdos, me cantaron algunas coplas, y pronto aquello se convirtió en una tertulia musicalizada sobre el arte casi extinto de las Guabineras. Nos tomamos un chocolate, así son nuestros campesinos: amables, totalmente hospitalarios y dispuestos a compartir sus tradiciones; quizá con el anhelo de que no mueran, o por el simple gusto de quien sabe compartir. Son humildes, fueron enfáticas en afirmar que no son guabineras, pero compartieron conmigo su entender.

La tradición folclórica y cultural conocida como las Guabineras, nace en nuestros campos, del sentir campesino, de sus costumbres. El hombre campesino solía salir a los sembrados al inicio de la jornada; cerca del mediodía la mujer campesina llegaba con el alimento y allí en medio del cafetal daban fruto las coplas y las guabinas. Aquellos hombres y mujeres, campesinos acompañados de su requinto, se encargaban de cantar los oficios y las costumbres del campo.

Les agradezco inmensamente. Y Radio Nacional de Colombia agradece a todos los jesusmarienses y a los santandereanos con quienes aprendimos y compartimos moños, guabinas, tiple, requinto, bandola y especialmente tradiciones colombianas.

Escuche aquí toda la historia.

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