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La Mandocleta: Música en dos ruedas

Este artículo es una colaboración de Señal Clásica para el especial "Historias en Bici" en el marco de la Vuelta a Colombia.

De los muchos instrumentos musicales creados por el colectivo de humoristas argentinos conocidos como Les Luthiers, hay uno a destacar en especial en estos días en que la bicicleta se toma a Colombia. Se trata de la Mandocleta, la cual consiste en un instrumento de cuerdas unido a una bicicleta y que fuera estrenada durante el espectáculo "Humor dulce Hogar" de 1985.


Esta mandocleta consiste en un bouzouki, una especie de mandolina de origen griego integrada a la parte trasera de una bicicleta, en cuya rueda lleva 6 plectros que al girar de la rueda, tocan las cuerdas de la mandolina generando un sonido muy particular.

En el manubrio va montado un pequeño teclado de 1 y 1/2 octavas. Las teclas accionan, mediante un mecanismo idéntico al freno de las bicicletas, los pequeños “dedos” mecánicos que aprietan las cuerdas de la mandolina.

Con el humor que caracteriza a este grupo de comediantes, el instrumento se utilizó para la obra titulada: El zar y un puñado de aristócratas rusos huyen de la persecución de los revolucionarios en un precario trineo, desafiando el viento, la nieve y el acecho de los lobos (nada mejor para resumir una obra que su propio título) y cuyo subtítulo es Fuga en Si-beria.

La obra, especie de parodia de una opereta rusa, fue compuesta por el celebre compositor (ficticio) Johann Sebastian Mastropiero y como es natural, cuenta con personajes como el favorito del Zar Nicolás, el Marqués Pipiushin o el Mariscal Plotkhin, ministro de guerra el cual se encuentra escondido en un sauna.

Les Luthiers, cuyo nombre proviene del termino francés que significa “creador de instrumentos” es un colectivo creado en 1967 en Buenos Aires y que ha gozado de gran popularidad en los países de habla hispana.

La música es el eje central en sus espectáculos y a través de casi 50 años de carrera han creado obras donde se explota desde la música antigua, jazz, rock hasta la llamada música espiritual, llegando incluso a la composición de una corta ópera (Cardoso en Gulevandia) en la que si bien participan todos sus miembros, también son acompañados por interpretes de gran maestría en este complejo género.


En sus obras generalmente se escudan en la figura de Johann Sebastian Mastropiero, un compositor ficticio que abordó todos los géneros musicales y en los que, por supuesto; la intervención de instrumentos creados e interpretados por los mismos miembros del grupo con gran pericia, han hecho las delicias de público de todas las edades hasta la actualidad.

Para conocer más curiosidades musicales, los invitamos a escuchar Señal Clásica vía streaming, 24 horas de programación al mejor estilo de una sala de conciertos.

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