Pasar al contenido principal
CERRAR

Verde tierra calcinada, siete crónicas que son mil historias

Por: Eduardo Otálora Marulanda.

Por: Eduardo Otálora Marulanda.

Verde tierra calcinada tiene en la portada una bella foto de las montañas colombianas, una que deja ver esa combinación de verdes y blancos que aparece cuando las nubes se meten entre la cordillera. Y esa imagen es solo el principio. Apenas se abre el libro aparece la primera historia que recogió Juan Miguel Álvarez en su recorrido por Colombia rastreando las voces de lo que llamamos del post conflicto. En sus palabras: “A lo largo de estos cinco meses, nuestro trabajo consistiría en visitar varias de las zonas más fustigadas por la guerra, escuchar a las víctimas, entender las dinámicas de los territorios y producir el material periodístico”.

Lo que hace Juan Miguel Álvarez en este libro, que le mereció ser uno de los tres finalistas en el V Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana, es un juicioso y sensible trabajo de campo en el que recoge testimonios y experiencias de quienes vivieron de primera mano los peores años de la guerra reciente en nuestro país. Esta investigación la hace con el mayor rigor periodístico, propio de quien sabe el compromiso que tiene el reportero con la verdad, pero sin dejar de lado esa posibilidad de la mirada que permite el género de la crónica. En ese sentido Juan Miguel Álvarez logra construir, al menos, siete relatos, siete historias con las que hace que los lectores viajemos y sintamos como propias las tragedias de quienes tuvieron que reinventar muchas veces la vida, porque la violencia se las mato otras tantas.

Las historias que se cuentan en este libro pasan por muchos tipos de dramas que sería absurdo e irrespetuoso intentar resumir. Baste decir que son todas historias de superación y reencuentro, historias que muestran que en un país desigual desde la raíz el camino no sólo lo señalan el dolor o la sed de venganza. Por el contrario, lo que encuentra Juan Miguel Álvarez, y con lo que construye este libro, es que más allá de partidos e ideologías en Colombia hay personas que sufren y son capaces de reconstruir los tejidos sociales desde ese dolor. Así, se cuenta en una de las crónicas, en un mismo territorio pueden convivir quienes estuvieron en las filas de la guerrilla con quienes, en ese entonces, fueron sus víctimas; por eso, se cuenta en otra crónica, la población podía establecer lazos estrechos con quienes hacían parte de grupos paramilitares y manejaban casas de picado, donde se desaparecían personas; del mismo modo, se narra en otra de las crónicas, se puede entender la lucha de una madre por lograr que el estado reconozca que su hija no era una guerrillera, sino que fue una víctima inocente de la sed paramilitar por encontrar guerrilleros en todos lados.

Verde tierra calcina es, si se me permite, uno de esos libros duros que ablandan las fibras de quienes vivimos las guerras de nuestro país desde la distancia de nuestras burbujas de civilidad. En ese sentido es también un libro de los que llaman ‘necesario’, porque leerlo es casi un deber con nuestra historia reciente, para no repetirla y, además, saber que podemos cambiarla.

Para ampliar la información sobre este libro, sobre su autor y sobre todo lo que hay detrás de lograr escribirlo, lo invitamos a escuchar el podcast ‘Juan Miguel Álvarez, un periodista a la vieja usanza’.

ETIQUETAS