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La Lizama, un año después de la tragedia

Ha pasado un año desde que más 550 barriles de petróleo, agua, lodo y gas, emanaron de un pozo que generó pánico en el Magdalena Medio.

Por: Angélica Blanco Ríos. Radio Nacional Santander

El 2 y 3 de marzo del 2018 siguen frescos en la memoria de los habitantes de La Fortuna, zona rural que linda con los municipios de Barrancabermeja y San Vicente de Chucurí (Santander). Fechas que el año pasado se dieron a conocer ante Colombia y el mundo porque durante 29 días, más de 550 barriles de petróleo, agua, lodo y gas, cubrieron las aguas de 49 cuerpos hídricos que bañan al Magdalena Medio. Esto tras el derrame de crudo en un pozo conocido como Lizama 158.

Foto: Cortesía Comunidad de la Lizama.

“El panorama fue triste. Ecopetrol nos ocultó muchas cosas y tiempo después fue que se supo la verdad. Al comienzo pensábamos que se había dañado una tubería, olía a huevo podrido —a lo que huele el gas cuando hay una fuga— y días después nos enteramos que había mucho petróleo contaminando nuestras quebradas y matando a nuestros animales”, contó a Radio Nacional de Colombia, María Belén Sánchez, habitante del este corregimiento.

Una de las polémicas fue que la Contraloría General en el 2016 advirtió que la estatal petrolera no había cumplido con las normas para abandonar algunos pozos en el puerto petrolero del país, situación que pudo evitar esta emergencia que dejó —a cifras del año pasado— 418 personas damnificadas (según la entidad), que provocó la muerte de 2 mil 490 animales y que generó rastros que hoy no se borran. Porque aún son visibles trazas de crudo en este territorio, que ha resistido no solo a esta, sino a muchas tragedias relacionadas con problemáticas, ambientales, al estar asentados sobre el que es conocido como el oro negro.

¿Qué cuentan las comunidades 365 días después?

En febrero del 2019, Doris Mantilla, otra residente de esta zona de Magdalena Medio, que mantenía a su familia vendiendo pescado antes de que sucediera lo mencionado, denunció que “una comisión de pescadores recorriendo la zona se encontró con manchas de petróleo en el río. Según Ecopetrol siguen trabajando, pero cada día vemos a menos gente. Ellos, a las comunidades no les permitieron trabajar del todo en el lugar. Los contrataron por un tiempo y después fue lo duro: nos quedamos sin nuestra actividad que era la pesca”.

El mismo caso relató Édinson Vaca Quintero, quien hace parte de la Asociación de Pescadores y Acuicultores del corregimiento El Llanito. Lugar que, aunque está apartado de donde emanó petróleo durante casi un mes, se sigue viendo afectado.

Este hombre hoy tampoco tiene con qué mantener a su familia y “encontrar un pez allí no es más que un milagro, por lo que mucha gente se ha visto obligada a trabajar en otras cosas para las que nunca se prepararon”, dijo.

Este santandereano también contó que a la fecha rara vez que se tira una atarraya a alguna quebrada, pues ya no sale ningún pez. “Duele decir que somos una comunidad olvidada por lo que pasó. Una vez recibimos un mercado, trajeron a unos famosos a un evento y pare de contar y Ecopetrol lo único que dijo es que lo sucedido no iba a intervenir en nuestra economía y nos mintieron. Por eso muchas familias se han ido de la zona y lo más triste es que hemos acudido a autoridades ambientales de la región y del departamento, pero no nos han dado ninguna solución. Por eso instauramos una demanda de la que estamos atentos a ver qué pasa”, dijo Édinson.

¿Qué responde Ecopetrol frente al caso de Lizama 158?

En un comunicado emitido en febrero, la empresa aseguró que continúa desarrollando labores de limpieza gruesa, fina y localizada como parte de la atención y el plan de recuperación ambiental de los cuerpos hídricos afectados.

En el documento también informó que se siguen haciendo monitoreos de agua y sedimentos a través de laboratorios certificados.

Por su parte, Jaime Eduardo Farfán, líder de la fase de recuperación, dio detalles sobre los puntos específicos en donde se cuenta todavía la presencia de trazas de hidrocarburo. “En las áreas donde fue necesario instalar obras civiles de defensa y recolección que aún se encuentran en curso. Motivo por el que va a continuar el seguimiento y control sobre los 24 kilómetros del recurso hídrico impactado, con el propósito de impedir mayor afectación en el agua”, afirmó Farfán.

Foto: Angélica Blanco.

Sin embargo, un año después, todavía hay dudas tanto de autoridades como de comunidades.

“Ecopetrol aún nos debe muchas respuestas, esto en cuanto a reforestación, atención a comunidades, seguimiento e informes. Esta es la fecha en la que no sabemos cuántos pozos como la Lizama 158 se encuentran abandonados, cuáles cumplieron con el requisito y las normas de cierre y cuáles no. Además, sigo insistiendo en que aún falta un compromiso serio para hacer una compensación ambiental”, aseguró Didier Tavera Amado, gobernador de Santander.

¿Qué pasa con las sanciones de autoridades nacionales?

En vista de que esta emanación de hidrocarburo afectó las quebradas Caño Muerto, La Lizama, que se desplazó hasta el río Magdalena y contaminó gran parte de este ecosistema, ambientalistas, abogados y asociaciones de Barrancabermeja continúan alzando su voz para que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), el Ministerio de Medioambiente y Desarrollo Sostenible, la Fiscalía General de la Nación y demás organismos se pronuncien.

“Esto no es más que una deuda que tiene Ecopetrol con nuestra región que por 101 años le ha dado tanto dinero y ellos a cambio le han regalado contaminación y pobreza. Allá no hay ni una vía pavimentada. Vemos que transcurrido un año de lo que pasó en el Lizama 158 no se ha regenerado nada del ecosistema. Aún hay presencia de petróleo en el suelo y más de un centenar de hombres y mujeres que se dedicaban a la pesca, quedaron de brazos cruzados. Por eso seguiremos luchando y este mes, a finales, nos reuniremos con las autoridades para entregar un informe y escuchar a la empresa”, concluyó el abogado Leonardo Granados, quien también es miembro de la Corporación Silvestre Green.

A su vez, el santandereano Ricardo José Lozano Picón, ministro de la cartera de Ambiente, dijo en su última visita a la región que la Anla continúa haciendo un seguimiento a este caso. Mientras que el director de esta autoridad ambiental, Rodrigo Suárez afirmó que se establecieron actividades, se identificaron actos administrativos y se está a la espera de que la estatal se haga cargo de ello.

¿Qué pasó con los seis mil animales rescatados en esta emergencia?

Sin duda este derrame de petróleo le enseñó mucho a las regiones que también han pasado por hechos que relacionan daños ambientales sobre afluentes en las que viven y sobreviven cientos de especies.

Allí la ONG Cabildo Verde, con sede en Sabana de Torres, pero que recibe animales de todo el departamento en distintas condiciones (maltratados, en cautiverio, heridos, sanos o enfermos), se encargó de la titánica labor de rescatar, cuidar, limpiar, liberar y hacerle seguimiento a cada animal que sobrevivió.

Foto: Angélica Blanco.

“Yo recuerdo esos días en los que iniciamos con seis personas y terminamos con más de 70 limpiando cada especie con diferentes productos: cremas, jabones, ceras y muchos más materiales y me duele, pero a la vez me reconforta, porque se hizo un trabajo que no se había hecho nunca Colombia. Nosotros rescatamos desde peces, hasta iguanas, lagartos, boas y demás animales que tienen como hábitat el Magdalena Medio”, cuenta, orgulloso James Murillo, director ejecutivo de este lugar.

Allí aún permanecen algunas de las más de seis mil especies. Pero en este proceso largo y de mucha responsabilidad, que fue dividido en tres fases, se han rescatado, ahuyentado, liberado y cuidado a una gran cantidad. Pero también han visto morir a cerca de dos mil.

“Sabemos que aún queda tiempo y proceso por realizar, porque hay que seguir haciendo seguimiento, esto esperando a que la atención y la regeneración del ecosistema también haga lo suyo. Somos muy respetuosos a lo que la naturaleza disponga, pero Cabildo Verde siempre estará para recordarle a los colombianos que los animales también son víctimas de estas emergencias”, finalizó Murillo.

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