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En El Tarra, Norte de Santander hacen llamado al Gobierno por confinamiento

Enfrentamiento entre grupos armados ELN y ELP genera impacto en la población civil del Catatumbo

Desde hace varios días algunas empresas de transporte y camioneros optaron por no despachar vehículos hacia los 11 municipios de El Catatumbo para prevenir que sean vandalizados, como ha ocurrido durante este mes en varias carreteras de la región.

Esta situación ha llevado al confinamiento de los pobladores de esta región de Norte de Santander, donde además parcialmente están funcionando algunos servicios de salud, la educación y el acceso a alimentos.

Al respecto, el alcalde de El Tarra, Yahír Díaz Peñaranda, aseguró que “no existen condiciones para el transporte intermunicipal. De la misma manera, escasean los alimentos para la subsistencia. El casco urbano tiene 13 mil habitantes, en este momento estamos paralizados, no tenemos opción de salir, además la comunidad campesina no tiene como movilizarse al casco urbano para llevar sus alimentos” y venderlos o abastecerse de los que necesita.

E hizo un llamado “al gobierno nacional, departamental y a la comunidad internacional defensora de los derechos humanos a que nos acompañen, porque como mandatario estoy muy preocupado”.

La Gobernación de Norte de Santander, al final de la semana anterior se reunió con alcaldes de la Provincia del Catatumbo, además de personerías y Defensoría Regional del Pueblo, donde se tomaron varias decisiones que buscan ayudar a subsanar los impactos a la población civil que ha dejado en recrudecimiento de las acciones armadas entre el EPL y ELN.

Entre las conclusiones del encuentro, el Gobierno departamental se comprometió a promover con apoyo de la cooperación internacional el censo de poblaciones en condición de confinamiento y desplazamiento, crear un canal humanitario para la entrega de ayudas a las comunidades afectadas por esta coyuntura y solicitar al Gobierno Nacional la disposición de subsidios a los productores de la región que han sufrido pérdidas económicas porque no pueden salir a comercializar sus productos.

Mientras llegan las ayudas, mientras regresa la calma, unos 300 mil pobladores de El Catatumbo seguirán impedidos para llevar su vida de manera normal que, aunque siempre es compleja, volvió a ser alterada desde que a finales del mes de febrero se agudizó nuevamente el enfrentamiento entre el ELN y EPL.

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