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El lado claro y oscuro de Aterciopelados

Exploramos los nuevos sonidos de Aterciopelados, luego de casi una década sin que la agrupación entrara al estudio a grabar un álbum.

Por: Luisa Piñeros.

Nueve años de espera. Casi una década sin que la agrupación de rock más relevante de Colombia entrara al estudio a grabar un álbum. Es un regreso importante para la música en Iberoamérica, porque Andrea y Héctor, desde hace 28 años han escrito un gran capítulo sonoro en el continente.

Duraron sin tocar juntos cuatro años, lo que advertía que grabar iba a ser todo un reto. Primero porque en casi 10 años la industria de la música ha cambiado a pasos agigantados y ellos debían encarar ese nuevo mundo.

Segundo, porque la expectativa de escuchar a los Aterciopelados de ahora era bastante alta. Así que el disco se empezó a hacer desde agosto de 2017, a la par que giraban con el primer álbum grabado en vivo ‘Reluciente, Rechinante y Aterciopelado’ (2016). Junto al argentino Cachorro López, con quien desde hace 20 años se habían encontrado para en el Tributo a Queen, grabaron las primeras 5 canciones.

Luego de 4 meses, en diciembre, Héctor Buitrago asumió la producción y empezaron la segunda etapa, registraron 7 canciones más y salieron nuevamente de gira. En febrero de 2018, hicieron los últimos retoques al disco que en un comienzo no tenía muy claro el norte, el cómo iba a sonar y qué canciones se iban a incluir.

De 25 posibles temas, escogieron 12. El nombre Claroscura salió de un listado y reúne el concepto general del álbum, que se mueve entre lo lumínico, la reflexión, la denuncia.

Considerando que llevaban mucho tiempo sin entrar al estudio, el reto era buscar un sonido fresco, diferente a lo que ya habían hecho en sus 8 anteriores producciones.

Así fue como ambos personajes decidieron ser el ying y el yang y reflejar en cada sencillo un contraste, un estado de ánimo con el que convivimos los seres humanos. Ironía, humor negro, incluso hay un toque infantil que evoca sus etapas solistas.

‘Claroscura’ suena a cumbia rebajada (Cuerpo), a fiesta y espiritualidad (Tu amor es), a son vallenato con beats (Ay ombe), a cumbia andina surrealista (Bosque), a clásico (Dúo), a ranchera ancestral (Despierta Mujer), a disco funk (Manifiesto Colibrí), a blues con bambuco (Piernas).

Sin duda un disco que se quiere alejar de los likes o las estadísticas y acercarse más a los oídos y consciencia de quien escucha. Clara y oscuro, así es Aterciopelados y su álbum nominado a los Grammy Latino a ‘Mejor álbum de Música Alternativa’

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