“Hay pacientes que se ayudan con la medicina tradicional, eso es una ventaja”: Santiago Astaíza
La malaria, el dengue y enfermedades estomacales son las que más padecen los habitantes de San Rafael (Amazonas). Uno de los corregimientos donde habitan más de 400 personas, ubicado a unos 15 kilómetros por río de El Encanto. El tamaño de San Rafael sobrepasa el kilómetro cuadrado, aquí habitan diferentes etnias indígenas.
El médico Santiago Astaíza, es de Bogotá, estudió en la Universidad Nacional de Colombia, escogió este lugar para prestar su servicio social obligatorio por su vocación de solucionar las dolencias de las comunidades indígenas.
“Hay pacientes que se ayudan con la medicina tradicional, lo cual me parece fantástico. De eso yo no tengo conocimiento, que ellos se ayuden de esa forma es una ventaja. Sin embargo, hay comunidades que no tienen el servicio tradicional, no tienen nada”, aseguró Astaíza.
Pero no sólo las enfermedades atacan a los menores en San Rafael, se tiene conocimiento de presuntos abusos en contra de niñas, aunque no se ha podido determinar con certeza si se cometieron este tipo de hechos que van en contra de los derechos de los niños.
“Hay embarazo en menores de 14 años, lo cual se considera según la ley colombiana, como una violación. El caso del maltrato infantil, maltrato contra la mujer, no me han llegado, pero sé que hay. También hay abuso a menores, un caso que es muy difícil comprobar acá, porque para unas cosas la ley indígena protege, pero protege al que está haciendo el daño. Hay unas discrepancias, es muy difícil llegar al fondo del trámite, es muy difícil llegar al fondo del caso”, señaló Astaíza.
En el centro de salud de San Rafael también hay atención en odontología para los habitantes de este corregimiento. Me encuentro con la odontóloga Grace Fruto quien cumplió 10 meses en esta localidad prestando su servicio social obligatorio. Proviene de Barranquilla, aunque su familia es de San Basilio de Palenque, un corregimiento del municipio de Mahates (Bolívar).
“Mi familia es de Cartagena, de un pueblo que se llama San Basilio de Palenque. Una parte de mi familia me decía: ve y mira, vas a conocer las comunidades indígenas, nosotros somos de una comunidad negra, afrocolombiana. Así como la gente viene acá a conocer un poquito de nuestra tradición, entonces ve tu allá aprovecha, enriquécete un poquito más”, comentó Grace.
Grace, vive en la casa médica que fue construida en tablas de madera y donde cada uno de sus habitantes y de quienes han pasado por aquí, prestando su servicio social obligatorio, han dejado su mensaje a sus colegas. Grace, que es madre de una niña, pronto estará de regreso a su terruño, junto con su familia, pero señala que aquí hay mucho trabajo por hacer.
“Me dijeron que era una comunidad bastante tranquila, que la gente era muy acogedora. La casa donde estoy es humilde y con buenos compañeros. La comunidad me ha acogido muy bien gracias a Dios”, puntualizó la odontóloga.
