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Estudio revela que glifosato produce alteraciones en la salud reproductiva

El 33% de los individuos expuestos al agente demostraron una probabilidad más alta de mortalidad prematura por Parkinson.

Por: Diana Leal

Una revisión sistémica sobre estudios alrededor del uso del glifosato, hecho por el Centro de Derechos Reproductivos y la Escuela de Salud Pública de la Universidad del Valle, reveló que la exposición al glifosato puede tener impactos negativos en la salud reproductiva de las personas. Por lo que piden al Gobierno descartar la idea de reiniciar las aspersiones.

Debido al crítico estado de la seguridad en varias regiones del país, donde se han vivido masacres recurrentes en los últimos meses, la discusión sobre las aspersiones aéreas con glifosato en el país ha vuelto a tomar lugar, luego de que Carlos Holmes Trujillo, ministro de Defensa, afirmara que el narcotráfico está detrás de las masacres registradas y que por tal razón es necesario reactivar la aspersión aérea para combatir los cultivos de uso ilícitos.

La investigación presentada por el Centro contempla una revisión de los estudios in vitro en animales y humanos. Asimismo, para validar los hallazgos, fueron consultados varios expertos y expertas en áreas del conocimiento como salud pública, medicina, epidemiología, toxicología, sociología, antropología, derecho, entre otras.

El informe ‘Efectos del glifosato en la salud reproductiva humana’ se enfocó principalmente en buscar evidencia mundial sobre la relación del glifosato y la salud reproductiva.

Luego de la revisión sistemática de los cerca de 79 documentos, se concluyó que la exposición directa o indirecta a este herbicida genera “alteraciones fisiopatológicas de la salud reproductiva del hombre y la mujer en cualquier etapa de la vida”.

Los hallazgos de los estudios reportaron en mujeres alteraciones en el ciclo menstrual, alteraciones estructurales en el sistema reproductor femenino y complicaciones en la concepción. Y en hombres, alteraciones en el ciclo espermatogénico, alteraciones estructurales y otras enfermedades relacionadas.

Además, se registraron eventos relacionados con la toxicidad en el desarrollo y la fertilidad, que se refieren a la posibilidad de que un agente cause efectos adversos a un organismo en formación. Se contemplan el aborto espontáneo, retenido o muerte fetal, muerte perinatal, malformaciones congénitas y otras anormalidades.

Con relación al aborto espontáneo, por ejemplo, se citó un estudio realizado en Colombia en 2017 que se basó en la exploración de consultas registradas en la base de datos de atención en salud (RIPS), donde además contaban con información detallada de las prácticas de aspersión en la zona (número de hectáreas, fecha, hora).

En este se encontró que la fumigación aérea coincidió con el aumento de los abortos espontáneos en un 5,8% en los municipios de bajos ingresos y en un 3,7% en los municipios de altos ingresos.

Aunque la información tomada de los registros de atención puede introducir muchos sesgos por datos incompletos o inconsistentes en la información captada, los autores incluyeron medidas para contrarrestar estos efectos en la manera de depurar la base de datos y de analizarlas.

También encontraron que, en los estudios en humanos, hay cuatro que relacionan el glifosato con abortos espontáneos y efectos perinatales, y se encontraron dos que no encontraron efectos negativos del herbicida.

Los investigadores saben que hay mucho que hacer, pero destacan que “en el país casi ningún grupo de investigación ha suscrito investigaciones en el tema de salud reproductiva”.

Los estudios in vitro, hechos en laboratorios de Estados Unidos y Canadá, por su parte, permitieron reafirmar varias teorías sobre la relación del glifosato con los problemas de fertilidad, las alteraciones en la motilidad espermática, daño del ADN de las células expuestas, entre otras alteraciones y enfermedades que hacen parte de la lista.

Cabe agregar que estos laboratorios también evaluaron los efectos transgeneracionales que revelaron efectos en la segunda o tercera generación de las crías de los animales usados para la prueba.

Por otro lado, diferentes estudios existentes sobre enfermedades como el cáncer, las enfermedades respiratorias, efectos neurológicos, efectos congénitos o en la fertilidad y otras enfermedades demostraron estar asociadas a la exposición al glifosato. Las cifras demostraron además que:

  • El 33% de los individuos expuestos al agente demostraron una probabilidad más alta de mortalidad prematura por Parkinson.

  • Se observó que, en las zonas del Valle del Cauca, donde se usa glifosato para la cosecha de caña de azúcar, las mujeres expuestas tardan más tiempo en concebir.

  • Se halló una asociación significativa entre el glifosato y el asma atópica y con sibilancias alérgicas y no alérgicas en los agricultores.

  • En células tumorales se reportó el efecto citotóxico del glifosato que tiene como consecuencia la proliferación y el crecimiento de células cancerígenas.

Así las cosas, teniendo a groso modo esta mirada sobre algunos puntos clave del estudio, tanto el Centro de Derechos Reproductivos como la Universidad del Valle sugieren que este reporte sea revisado por el Gobierno antes de iniciar de nuevo con las aspersiones aéreas.

De hecho, el Centro impulsó este estudio para entregarlo a la Comisión de la Verdad como parte del acuerdo de entendimiento firmado para contribuir a la identificación de la violencia reproductiva ejercida en el marco del conflicto armado.

“La maternidad será deseada o no será. Así que si una mujer ha escogido tener hijos como parte de su proyecto de vida, las acciones del Estado no deberían someterla a ningún riesgo que pueda vulnerar su salud física o mental”, señaló Catalina Coral, directora regional del Centro.

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