Cerca de 300 venezolanos se encuentran aún en la frontera con Ecuador
Con la medida del Gobierno ecuatoriano de exigir visa a partir de las cero horas de este lunes 26 de agosto, para el ingreso de venezolanos, comenzó un gran proceso migratorio en la frontera en la zona de Ipiales (Nariño), que conllevó un alto flujo migratorio, del cual aún quedan alrededor de 300 personas.
Durante el fin de semana, más de 4 mil migrantes alcanzaron a pasar la frontera entre Colombia y Ecuador, luego de largas caminatas y trayectos desde Cúcuta y otras regiones de Colombia, hasta la zona fronteriza de Ipiales.
Wilberto Gómez es un venezolano que se quedó sin poder entrar al vecino país, con el sinsabor de los altos costos que tuvo que asumir para llegar hasta esta región.
“Nos dijeron que no podíamos pasar, hemos empeñado lavadora, cocinas y todos los enceres para poder conseguir algunos dólares. Además la comida y la vivienda es muy costosa aquí”, aseguró.
El frío de los últimos días por ser época de vientos, ha hecho más difíciles las condiciones de las personas que están en este momento en la frontera y para quienes tuvieron que pasar los últimos días durmiendo en los albergues y también dentro las carpas que dispuso la administración municipal de Ipiales.
Otros han estado a la intemperie, solo arropados con cobijas y su propia ropa. Este es el panorama que han tenido afrontar familias enteras con niños y menores de edad, para cumplir el sueño de estabilizarse en los países suramericanos.
"Estas personas salieron con la idea de alcanzar a cruzar la frontera, por eso hicieron recorridos muy largos, algunos iniciaron este proceso desde Venezuela, en las últimas horas algunos en bus caminando o esperando que una persona les acercara a su destino", comentó Ricardo Romero, alcalde del municipio de Ipiales, quien agregó que espera que hoy se logre tener una dimensión clara de cuántas personas están en tránsito en la zona.
El mandatario explicó que se deben analizar dos aspectos clave: las condiciones en las queda esta población y las dificultades que eso le va a generar al municipio; además de la presencia de los llamados coyotes, quienes buscan pasar a ciudadanos venezolanos por trochas y caminos irregulares para ingresar al país vecino.
"Algunos de los venezolanos deben entregar el poco dinero que llevan para someterse a esta situación ilegal donde se corren demasiados riesgos”, comentó Romero.
