Pasar al contenido principal
CERRAR

Caso Álvaro Gómez: 25 años después aparecen más hipótesis sobre su muerte

Sobre la muerte del dirigente político se tejieron todo tipo de hipótesis.

Por: Colprensa.

El reloj marcaba las 10:20 de la mañana, de aquel 2 de noviembre de 1995, cuando dos personas aún sin identificar, se acercaron al carro del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, y lo impactaron en más de una ocasión con arma de fuego.

El diligente político, escritor y periodista, que previo a su muerte visitó la universidad Sergio Arboleda, donde dictaba clases de historia política y constitucional de Colombia, llegó con vida a la Clínica Country, sin embargo, por la gravedad de las heridas, perdió la vida. En el hecho también pereció su escolta, José del Cristo Huertas.

Sobre la muerte del dirigente político se tejieron todo tipo de hipótesis. En la Fiscalía, por ejemplo, reposan más de tres conjeturas que permitirían vislumbrar que más de una persona estuvo detrás de ese crimen, no obstante, una carta de las extintas Farc que menciona que se adjudica el ataque, cambió todo el panorama, y ahora, hasta la Jurisdicción Especial para la Paz se está moviendo con el tema.

En diciembre de 2017, la Fiscalía anunció que el crimen de Gómez Hurtado era declarado como delito de lesa humanidad, es decir, así sigan pasando los años, las autoridades judiciales no cesaran con la investigación hasta dar con los responsables de la muerte.

En la Fiscalía

En ese entonces, la hipótesis de la Fiscalía daba cuenta que Gómez Hurtado falleció por órdenes estrictas de los carteles que narcotráfico que, en esa época, eran visibles y tenían azotado no solo el orden público en el país, sino también las rentas económicas producto de ese delito.

Así las cosas, un fiscal de Derechos Humanos concluyó que el atentado del diligente político fue uno de los asesinatos que se cometieron por el cartel de narcotráfico del Norte del Valle, uno de los grupos al margen de la ley que operaba en 1995, y que tenía una política de exterminación o aniquilamiento, de personas que se convertían en sus adversarios por las posturas que asumían frente al fenómeno del narcotráfico o por la defensa de la extradición, instaurada por el temeroso cartel de los “extraditables” en la década de los 80.

Otra hipótesis que tiene la Fiscalía es que a través de una fuente humana existe información sobre que, posiblemente, uniformados de la Brigada XX del Ejército participaron en el magnicidio de Gómez Hurtado. Eso sin contar que otras fuentes también dan crédito que Jesús Jiménez, alias ‘Rambo’, estuvo inmerso en el ataque que le quitó la vida al diligente. De Jiménez se conoce que fue escolta del esmeraldero Víctor Carranza, y además integraba un grupo de autodefensas en el Meta, junto con alias el ‘Pequinés’, Saúl Gómez Niño, Joel Angulo Gómez, alias el ‘Negro’.

De otro modo, la Fiscalía también tiene información de que Herney de Jesús Guzmán, director de la Asociación de Víctimas y Desplazados por la Violencia Guerrillera en Colombia, incorporada a la Red de Solidaridad Social de la Presidencia de la República, pudo estar inmerso en el crimen. En este caso vuelven a mencionar a la Brigada XX, de la cual reposa en la información de la fuente, Guzmán era informante y conseguía contactos para que dieran información.

Pese a todas las líneas de investigación, la Fiscalía también tiene un reporte que da cuenta que el crimen fue ejecutado por miembros del cartel narcotraficante del norte del Valle, en asocio con “agentes del Estado”. Cabe mencionar que esta hipótesis se liga a los testimonios que han dado los exjefes paramilitares como Salvatore Mancuso, alias Ernesto Báez, el Alemán y HH.

Aunque el ente acusador aún divaga respecto de la muerte de Gómez Hurtado, lo que sí es cierto es que en este momento se mueven bajo otra hipótesis que no tenían contemplada y es que los posibles responsables pudieron ser las extintas Farc.

Esta hipótesis la empezó a manejar la Fiscalía hasta este año, precisamente, cuando se cumplen 25 años del deceso del líder conservador, y tras el proceso de paz con las Farc, quienes decidieron confesar que habían sido los responsables del crimen. Por estas revelaciones, el ente acusador llamó a rendir versión libre a los exjefes del grupo guerrillero Julián Gallo y Rodrigo Londoño.

La JEP

Los excombatientes de las Farc confesaron el crimen ante la Jurisdicción Especial para la Paz, a través de una misiva enviada a la entonces presidenta de la JEP, Patricia Linares, quien recibió con satisfacción la confesión, esto debido a que le da nuevas luces a la investigación, y en la que aseguró que no escatimarán esfuerzos en que se devele el motivo por el cual los exsubversivos tomaron la decisión de acabar con la vida de Gómez Hurtado.

De ahí que, a través de un auto emitido el pasado 13 de octubre, se citara a rendir versión a Gallo y Londoño, no obstante, dicha diligencia permanece paralizada por un recurso que presentaron ante el tribunal de paz y hasta tanto no sea resuelto no se puede avanzar con la diligencia.

Otra salida en este caso vincula al excombatiente ‘Jesús Santrich’, ese mismo que está prófugo de la justicia, y quien junto con Iván Márquez, ‘El Paisa’ y ‘Romaña’, decidieron alzarse en armas tras abandonar el proceso de paz y refugiarse en Venezuela.

Santrich reapareció, y a través de un comunicado, asegurando que el ‘Mono Jojoy’ no tuvo relación con el magnicidio de Gómez Hurtado, y que las órdenes de ejecutar a algún diligente se tomaban en “conferencia”, y se acordó tenerlo en secreto de manera colectiva.

A juicio del excombatiente, es necesario que se conozca que esas determinaciones se tomaban de manera colectiva y se hacían “evaluaciones políticas y militares antes de establecer un objetivo”.

En este caso, la JEP tendrán la labor de esclarecer si lo que dicen los exguerrilleros tienen asidero y de ser así que se impongan medidas sobre los responsables.

ETIQUETAS