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Los oficios tradicionales que la minería ilegal está acabando en el Bajo Cauca antioqueño

La pesca y el barequeo son dos oficios ancestrales del Bajo Cauca antioqueño, región cuyo desarrollo se ha dado a través de estas dos actividades.

Por: Juan José Macía

Un poco más de 280 kilómetros al norte de Medellín, sobre la vía que comunica a la capital antioqueña con la Costa Caribe colombiana y a orillas del río Cauca se encuentra Caucasia, un municipio fundado en 1886 bajo el nombre de Cañafístula, debido a la gran cantidad de estos árboles en la zona donde desembarcaron algunas familias que navegaban en cinco canoas por las aguas del Cauca. Allí, como en todos los municipios ribereños, el río es la principal fuente económica de sus habitantes.

No en vano, su fundador, Clemente Arrieta, era agricultor y barequero, como se conoce a quien extrae oro del río de una forma artesanal, lavando la arena hasta separar y recoger el metal. En el barequeo, en lugar de utilizar maquinaria o herramientas mecánicas, quienes lo practican lo hacen a través de elementos como batea, matraca, pala y zaranda.

Foto: Río Abajo - Cultura y Comunicaciones.

“Aprendí con mis viejos y me gustaba el trabajo porque yo iba de 11 de la mañana hasta las 12:30 para donde estaba mi mamá barequeando y le ayudaba cargando tierra o a barequear, porque salí hasta inteligente pa’ eso”, cuenta don Saúl, pescador, canoero y minero artesanal de Caucasia. El patio de su casa es el río y él toda su vida ha vivido de éste, la pesca de bocachico, barbudo, bagre, bagrecito, entre otros tipos de peces ya no es igual, pues la reducción en la cantidad de peces y oro sobre el río Cauca es significativa desde que algunos mineros cambiaron su forma de trabajar.

Foto: Río Abajo - Cultura y Comunicaciones.

“Uno dice que diferente porque ya son a base de máquinas. Muchos mineros empezaron a trabajar con dragas y da la casualidad que ahora ni dragas, ni bareque, y los dragones esos nos hicieron acabar más rápido con todo este territorio”, agrega don Saúl, refiriéndose al daño ambiental que ha sufrido este afluente con la utilización de dragas y mercurio para la extracción de oro. Según sus cuentas y las de algunos pescadores que nos encontramos en un rancho a orillas del río, hoy se pesca entre un 60 y un 70 por ciento menos que hace unos 30 años.

Foto: Río Abajo - Cultura y Comunicaciones.

No solo la denominada minería ilegal ha afectado el barequeo y la pesca. La minería a gran escala por parte de empresas multinacionales y el represamiento del río para la construcción de hidroeléctricas también son factores importantes para esta disminución. “En el Piamonte hay unos gringos trabajando con una maquinaria grande y eso nos afecta, porque ahora si uno se encuentra una maquinaria de esas, nosotros por ahí no vamos a poder pasar”, señala don Saúl. “Siempre que una empresa pequeña molesta a la grande, la sacan y así somos nosotros. A los barequeros por ahí cerquita de esas empresas nos van a sacar”.

Foto: Río Abajo - Cultura y Comunicaciones.

Además del daño ambiental causado por las dragas y el mercurio, la minería ilegal tiene consecuencias en el orden público de estos municipios, pues gran parte es administrada por grupos armados ilegales, quienes encuentran en la extracción de oro, una forma para sostenerse económicamente. “Aquí hubo gente que la mataron porque en realidad peleábamos lo de nosotros”, dice Saúl, mientras recuerda los días en que el conflicto armado interno se vivía con mayor intensidad en el Bajo Cauca antioqueño.

Foto: Río Abajo - Cultura y Comunicaciones.

“Acá teníamos puntos en que no podíamos ni siquiera pasar de día, y en la noche no podíamos pescar en ciertos sectores, porque era totalmente prohibido. Apenas iba subiendo, lo llamaban ‘por favor, después de las seis de la tarde no vas a pasar por aquí, si pasas ya sabes que te puede suceder..” comenta Libardo Arias, uno de los pescadores con quienes nos encontramos en aquel rancho. Lo que puede suceder, es simple, “que te lleve ‘El Mono’ “, como conocen los ribereños al río Cauca, pues este afluente además de transportar canoas, peces y oro, también lleva por sus aguas el rastro de la muerte de “quienes no quieren hacen caso”, como explica Libardo.

Foto: Río Abajo - Cultura y Comunicaciones.

La pesca y el barequeo son dos oficios ancestrales del Bajo Cauca antioqueño, región cuyo desarrollo se ha dado a través de estas dos actividades, como sus principales fuentes económicas y que hoy, aunque sus habitantes se resisten, se encuentran en vía de extinción por diferentes motivos: la minería ilegal, la presencia de grupos armados, las multinacionales mineras, el represamiento del río para la construcción de hidroeléctricas y la falta de un relevo generacional hacen que este par de labores estén en la memoria de los abuelos y con el riesgo de quedar únicamente ahí, en el recuerdo.

Foto: Río Abajo - Cultura y Comunicaciones.

Eschuche a continuación la crónica radial 'Minería en el Bajo Cauca: cuando el pez grande se come al chico', producida en el marco del taller 'Sonoridades' del programa 5 Sentidos de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano:

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