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Daniela Abad: “La película habla de los silencios, de lo que callamos como país”

No conoció a sus abuelos, pero con los años, sus dos primeros trabajos documentales los ha tenido a ellos como columnas vertebrales en sus historias.

Por: Colprensa.

No conoció a sus abuelos, pero con los años, sus dos primeros trabajos documentales los ha tenido a ellos como columnas vertebrales en sus historias. Primero el paterno, Héctor Abad Gómez en ‘Carta a una sombra’, que contó con más de 25.000 espectadores en las salas de cine del país, todo un éxito para un trabajo documental.

Ahora, seleccionado para abrir la edición 58 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, Daniela Abad hará el estreno de ‘The Smiling Lombana’, un trabajo de 90 minutos de duración sobre el polémico artista Tito Lombana, quien fue su abuelo materno y quien falleció hace 20 años.

Como ha sucedido en los últimos años, una película colombiana será la encargada de abrir el Ficci, y por segundo año consecutivo lo hará un documental, con un personaje ligado a la historia de la propia Cartagena, pues fue el creador de la famosa escultura ‘Los zapatos viejos’.

Daniela Abad Lombana, quien, con su primer largometraje documental, ‘Carta a una sombra’, codirigido con Miguel Salazar, participó en el Ficci 55 y obtuvo el Premio Especial del Jurado y el Premio del Público, vuelve a sumergirse en la memoria de su propia familia, ahora su abuelo materno.

Ella es ahora la hija, la nieta, la sobrina que se hace cargo de las preguntas incómodas sobre un tabú familiar. Lo que al comienzo parece ser la historia del prometedor y joven artista Tito Lombana, y su romance con una italiana inteligente y liberal, se empieza poco a poco a vestir de sombras.

A través de los testimonios de su esposa, su familia y las personas que lo conocieron, el personaje revela sus pliegues, unos en los que, más allá de la historia familiar, aparece algo que nos concierne a todos de manera muy cercana. Tito Lombana, quien renegó de su país cuando se fue a estudiar a Europa, terminó atrapado en sus inmensas contradicciones.

En la dirección

- Vuelve al Ficci
Mi segunda participación en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, la primera fue con ‘Carta a una sombra’ en el 2015 y ahora volvemos, no solo participando, además, abriendo el festival.

- ¿Cómo terminó el proceso de ‘Carta a una sombra’?
Fue una película con la que nos fue inesperadamente bien. No teníamos la suficiente experiencia como para darnos un buen recorrido por festivales internacionales, pero nos fue muy bien en las salas de cine que logró más de 25.000 espectadores, que es un muy buen número para un documental colombiano.

Fue una película de la cual se habló bastante y se habló bien. Además, aún nos la piden para ser proyectada en pueblos, ciudades e instituciones, lo que nos ha dejado muy contentos.

- ¿Cómo nace este segundo documental, ahora reconstruyendo la memoria de Tito Lombana?
Es un documental que se me había ocurrido antes de empezar ‘Carta a una sombra’, y mientras grabábamos el primero yo estaba escribiendo este documental, que fue más complejo que el primero, al ser Tito un personaje con muchos matices y contradicciones, que de alguna manera mi familia me había ocultado.

Fue más difícil tener acceso a esa información, por lo que no fue fácil contar esa historia polémica, empezando por buscar convencer a mi familia para que me ayudara a contarla, porque en un inicio se opusieron a que yo hiciera la película, pero poco a poco me fueron ayudando.

- ¿Por qué era importante hacer un documental sobre este personaje?
Un personaje que yo no conocí, solo nos presentaron una vez cuando estaba muy enfermo, mi mamá había dejado de hablar con él por 20 años y lo conocimos poco antes de su muerte. Lo fuimos a visitar y al final nos regaló un sobre con dólares, lo que fue raro, pues yo tenía doce años.

Ya con el tiempo, recordando esa escena, empecé a preguntarme por qué fue todo tan raro, por qué querían ocultarlo de nosotros, por qué se había roto el lazo familiar de manera tan profunda. Me preguntaba por qué nos habían escondido a Tito.

Esa curiosidad por el secreto se despertó en mí y más en una persona tan particular como Tito, que sabía que era el escultor de Los Zapatos Viejos de Cartagena, viendo sus fotos lo veía excéntrico, en su forma de vestir y sus actitudes y físicamente muy bonito.

También viendo cómo un costeño termina casado con una italiana, que siendo artista había abandonado el arte y al terminar cada libro lo tiraba a la basura y se la pasaba andando en su auto convertible. Era fuera de lo común, lo cual es muy atractivo cinematográficamente hablando.

- ¿Una experiencia muy diferente a la de su abuelo paterno sobre el cual gira ‘Carta a una sombra’?
Muy distinto porque la imagen de Héctor Abad Gómez (Abuelo paterno), es mucho más pública, la gente lo conocía más y sobre todo cuando salió el libro ‘El olvido que seremos’, con un personaje menos polémico y más heroico, fácil de narrar por no tener tantas contradicciones, mientras que Tito Lombana es desconocido para casi todo el mundo, con contradicciones morales y con una vida con muchos más grises. Tenían en común que a ninguno de los dos los había conocido.

- ¿Difícil convencer a la familia para hacer el documental?
De Tito casi no se hablaba en mi casa. Una persona que causó dolor, en especial a mi mamá y a mi abuela, pero que en algún momento les trajo felicidad. Para ellas, es un recuerdo doloroso que no quisieran que se hiciera público. Mientras que mi familia paterna no conoce la privacidad, mi familia materna es muy reservada.

Mi madre nunca quiso aparecer en el documental y su forma de ayudarme fue darme un archivo muy extenso que fue fundamental para la película, porque esta se narra mucho desde el archivo fílmico familiar. Mi abuela, pieza fundamental, se convirtió en la narradora, pero no quería que su imagen apareciera, solo en imágenes de archivo.

Entre silencios

- ¿El silencio también es protagonista?
La película habla de los silencios, de lo que callamos, no solo como familia, también como país, sobre las cosas que no se nos permite decir o de las cuales nos avergonzamos. Los secretos pesan y son dolorosos, es bueno hablar de las cosas para también dejar de hablar de ellas y pasar la página.

- ¿Somos capaces de romper con los silencios?
Yo creo que sí, que ya somos capaces de hablar de temas que hace 20 años era imposible. Otros más recientes aún faltan, que son problemas que muchas familias han enfrentado, pero ya se puede hablar de la guerrilla, de los paramilitares, de los crímenes políticos, que antes era difícil que se hablara y era mejor callar, pero que al final eran problemas de los cuales nadie se salvó.

- ¿Su familia ya lo vio?
Mi abuela y mi tía ya lo vieron. Para mi abuela fue difícil verlo pero finalmente lo aceptó y vio la importancia que tiene este documental al plantear algunas preguntas universales, sobre lo que somos como individuos y como sociedad, al verse reflejadas en las decisiones de Tito.

- Este documental lo dirigió sola
El anterior documental lo codirigí con Miguel Salazar, esta vez somos coproductores pero yo lo dirijo en su totalidad.

Fue difícil dirigir, pero me encantó. Son cosas muy distintas, con Miguel aprendí mucho y ‘Carta a una sombra’ me sirvió para entender cómo funciona el mundo documental.

En cada película uno ensaya algo nuevo, lo que me parece algo genial para arriesgarse y probar algo que antes no se había hecho. Cada película tiene su forma de ser narrada según la forma en la cual se esté contando.

- Ahora con más espectadores los documentales colombianos
Esto nos ha sorprendido mucho, y creo que la sorpresa ha sido para la industria cinematográfica en general, al ver que el público para el cine documental ha crecido. Quizás sea porque no nos hemos contado del todo como país, nos falta mucho por contarnos y las piezas documentales que se hacen actualmente son mucho más cercanos al espectador, mientras que el cine de ficción en Colombia es más contemplativo y alejado de las emociones, en parte, hecho más para los festivales que para las personas, lo cual aleja al público.

- Después de Ficci, ¿Qué recorrido tendrá el documental?
Esperamos conseguir una distribución internacional para moverlo afuera, quizás estrenar en un festival en Estados Unidos y otro en Europa, para luego salir a salas de cine del país como lo hicimos con ‘Carta a una sombra’.

- ¿Qué proyectos vienen para Daniela Abad?
Acabamos de abrir con unos amigos la productora La Selva Cine, que esperamos con ella realizar algunos proyectos y apoyar otras películas que nos gusten.

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