Aniversario de Hugo, Paco y Luis: los sobrinos del pato Donald
Por: Juan Carlos Garay
Para mis sobrinos Matías y Joaquín
Hace 83 años el pato Donald conoció a sus sobrinos. Y de paso los conocieron todos los lectores de su página dominical de historietas. Eran los años 30 y la joven industria de los dibujos animados tenía a Walt Disney como el modelo a seguir: no solamente marcaba una vanguardia estética sino que además obtenía ganancias económicas gracias a sus personajes. Por eso la llegada de nuevos miembros de la familia (tres, en este caso) era un acontecimiento importante.
Pero aunque la firma de Walt Disney apareciera siempre en estas historietas, es importante dar el crédito a los dibujantes que trabajaron para él. Digamos que Disney era el director de orquesta. En ese sentido, aquí queremos destacar a dos de sus instrumentistas más virtuosos: los dibujantes Al Taliaferro y Carl Barks.
El Pato Donald se había estrenado como tira cómica dominical a mediados de 1936. Para elaborarla fue contratado Al Taliaferro, un dibujante de origen italiano con 30 años de edad, que demostró grandes capacidades para la caricatura.
Después de un año de inventar chistes y situaciones graciosas, Talaiferro sintió que necesitaba nuevos personajes para la serie y le preguntó a Disney si el pato Donald podía tener parientes.
Justamente conmemoramos el aniversario por estas fechas: el 17 de octubre de 1937 hicieron su primera aparición Huey, Dewey y Louie, conocidos en español como Hugo, Paco y Luis. El pato recibe una carta de su hermana Della, quien le pide que se encargue por unas semanas de sus “angelitos”. Los sobrinos le preparan una broma con un balde de agua que lo deja empapado. Aquí podemos ver la viñeta original.
Con esta tira cómica terminó de establecerse una norma tácita del mundo de las caricaturas: por alguna razón que desconocemos, los personajes no tienen hijos sino sobrinos. Y casi siempre los sobrinos son versiones pequeñas del personaje principal, seguramente para evitarle al dibujante el trabajo de crear diseños completamente nuevos.
El caso es que Hugo, Paco y Luis fueron un éxito. Le robaron el protagonismo al pato Donald durante seis semanas, hasta que en la tira cómica del 21 de noviembre de 1937 regresaban a su casa. Como los seguidores de Disney quedaron encariñados con los patitos, inmediatamente Disney sugirió hacer una película.
Y es aquí donde entra el otro dibujante, Carl Barks, quien redibujó a los patitos para el cine. Este es posiblemente el primer boceto que hizo Barks para el cortometraje ‘Los sobrinos de Donald’ que se estrenó en abril de 1938.
Con el tiempo, Barks empezó a tener problemas de salud relacionados con el aire acondicionado de los estudios de animación. Entonces le pidió a Disney que lo trasladara a la sección de cómics, ya que eso le permitiría trabajar desde su casa. La decisión no pudo ser mejor: Carl Barks llegó a convertirse en el más importante dibujante de patos de toda la historia. No solamente creó a otros personajes como el Tío Rico y el primo Glad, sino que ideó todo el concepto de Patolandia como ciudad.
¿Y en lo que respecta a los patitos? Volvió a rediseñarlos. En los trazos de Barks, Hugo, Paco y Luis se ven más redondeados y más tiernos. Parecen incluso más pequeños que en los dibujos originales de Taliaferro.
Cinco décadas después, las historietas dibujadas por Barks fueron la base para los libretos de la serie televisiva ‘Patoaventuras’ que les garantizó una nueva vida a los sobrinos del Pato Donald, esta vez un poco menos traviesos, al frente de la resolución de casos misteriosos.
Hoy, 83 años después de su primera aparición, rendimos a través de ellos un homenaje a esos parientes que nos resultan tan queridos: los sobrinos.
