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Así se cultiva el mejor café en Caldas

Este tipo de historias nos recuerda que Colombia está llena de personajes sencillos y trabajadores como Marnelly, que laboran con amor y paciencia, llegando a destacarse por lo que saben hacer.

Por: MateoJaramilloY

Llegar hasta a una de las fincas caficultoras más reconocidas de Caldas no es difícil. Las Brisas está a quince minutos de camino a pie desde la vereda Pueblo Rico, a 21 kilómetros de Manizales y a menos de una hora en vehículo desde la capital del departamento.

Desde estas empinadas laderas que forman el paisaje, se divisa la vía que conduce a Neira, y de una manera curiosa esta se convierte en un lindero para los cultivos de café de la zona. La carretera bordea los mil 800 metros sobre el nivel del mar, lo que indica que desde esa altitud hacia abajo, los terrenos son aptos y muy fértiles para el cultivo cafetero.

Doña Marnelly Salgado nunca se imaginó que el café, que vendió en la Cooperativa de Neira, llegará a ganar los concursos zonales y municipales, volviéndose el mejor en el departamento. De los tres mil palos que tiene sembrados en su finca, sacó la muestra exigida por la Federación, y entre 625 lotes que se inscribieron ella fue la mejor.

Doña Marnelly Salgado, caficultora manizaleña. Foto: Mateo Jaramillo.

“Cuando un día llegó la extensionista (funcionaria del Comité de Cafeteros que asesora los productores) y me dijo que mi café había salido tan bueno que me iban a llevar a un concurso en Manizales, yo no me lo creía”, apunta. Doña Marnelly se refería al Cuarto Concurso Café y Orquídeas, donde productores de todo el departamento se reunieron para concursar, y ella obtuvo el primer lugar. Su puntaje en la catación de 88 sobre 100, la convirtió en el registro histórico más alto del concurso.

“Yo vivo aquí desde que me casé y, eso, ya hace 45 años. Nosotros trabajamos esta tierrita en familia y yo recojo el café junto a mis hijos y mi yerno. Tal vez por eso y porque lo hacemos con mucho amor, la tierra nos da un café muy bueno, y vea, ya somos ganadores”, nos cuenta, mientras se toma un tinto, hecho con el café de su finca. Este tipo de historias nos recuerda que Colombia está llena de personajes sencillos y trabajadores como Marnelly: que laboran con amor y paciencia, llegando a destacarse por lo que saben hacer.

Por ahora y desde el mismo balcón de su finca donde nos atendió, ella espera representar a Caldas en el Concurso Nacional de Cafés de Alta Calidad, que se realizará en octubre de este año.

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