El Hay Festival arrancó salseando
Si hay algo que se le ha reconocido universalmente a Yuri Buenaventura es su capacidad de reflexión, más allá sus reconocidas dotes en el campo de la salsa. Una infancia terciada por la pobreza en la que los juguetes fueron "los cangrejos y las culebras", su posterior llegada a París para estudiar Economía en La Sorbona, una dilatada carrera como cantante de diferentes bandas en bares y en el metro, fueron parte de los recuerdos que 'El Sonero de París' esgrimió en el arranque de la nueva edición del Hay Festival en Cartagena, en entrevista con Roberto Pombo.
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El anecdotario de Buenaventura, que no es ligero, fue combinándose con reflexiones acerca de la afrocolombianidad, la llegada del componente negro a territorio latinoamericano, mitos y leyendas que parecían de su propia cosecha, y las sugerencias acerca de la necesidad de dejarse llevar por el corazón. allá mismo, en el teatro Adolfo Mejía en la jornada de ayer, el cantante y compositor dio algunas puntadas de lo que sería su concierto en la noche, en la explanada del Centro de Convenciones, en donde compartió algunos de sus éxitos como "Banano de Urabá", "No estoy contigo" y "Ne me quitte pas" (el tema de Jacques Brel cuya versión salsa lo llevó al pináculo de su carrera), entremezclados con clásicos del bolero como "Plazos traicioneros", "Temes", "Las cuarenta", "Por qué ahora" y "Cuánto te debo".
De esa manera se inició la duodécima edición del Hay Festival en Cartagena de Indias, festividad de la cultura y la conversación en torno a la literatura que cada año reúne a más de 300 escritores, periodistas, ilustradores, músicos y fotógrafos en torno a charlas en las que la reflexión es protagonista. En las próximas horas, desde el mundo de la música, se encargarán de ser tan protagónicos como Yuri Buenaventura sus colegas María Isabel Saavedra y el grupo instrumental santandereano El Barbero del Socorro, encargados del cierre del Festival en clave de música andina colombiana; el guitarrista inglés de ascendencia colombiana Phil Manzanera y el pianista y escritor londinense James Rhodes.
