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Los niños que interpretan la música andina en Caldas

Por: María Isabel Quintero.Cuando se cuenta con la fortuna de tener por oficio la pasión, sin lugar a dudas, aquello que habita el corazón se convierte en misión de vida. Este es el caso de Paulo Olarte, tiplista y también director y arreglista del Ensamble Cruzao, entre otras reconocidas agrupaciones de música andina colombiana, que desde hace 3 años ejerce como Coordinador del Plan Departamental de Música de Caldas.

Por: María Isabel Quintero.

Cuando se cuenta con la fortuna de tener por oficio la pasión, sin lugar a dudas, aquello que habita el corazón se convierte en misión de vida. Este es el caso de Paulo Olarte, tiplista y también director y arreglista del Ensamble Cruzao, entre otras reconocidas agrupaciones de música andina colombiana, que desde hace 3 años ejerce como Coordinador del Plan Departamental de Música de Caldas.

Desde este cargo, Paulo se ha adentrado en cada municipio con el propósito de recuperar las Escuelas departamentales de música e impulsar y favorecer la interpretación de las cuerdas andinas colombianas populares de la región, como son el tiple, la guitarra y la bandola.

"Queríamos ver en los niños actuales, esa tradición reflejada en esos saberes populares de la música de antaño, de la música de los abuelos’’ cuenta Olarte.

Tal búsqueda ha arrojado excelentes resultados, pues además de cuadruplicar durante los primeros dos años del plan el número de estudiantes en las Escuelas Departamentales de Música –de 800 a 3.600, se han cosechado los frutos esperados en cuanto a normativas, currículos, capacitación de profesores y dotación de instrumentos a las escuelas, que son ya una realidad.

En el afán por enamorar a los niños del tiple o la bandola el Plan Departamental de Música de Caldas acudió a una particular estrategia conformando una orquesta de cuerdas pulsadas de gran formato, constituida por 120 intérpretes, con repertorios apreciados por niños y jóvenes, entre arreglos de canciones de rock (Eye of the Tiger) y música de películas (Piratas del Caribe). De esta orquesta y por concurso se hizo una selección, resultando un grupo muy especial de 8 intérpretes que este año viajaron a Francia tras ganar una de las becas de circulación internacional del Ministerio de Cultura.

‘‘Estábamos buscando qué historia de vida podía tocar a una familia, a una generación’’, nos cuenta Paulo, refiriéndose a las motivaciones que, paralelamente a lo artístico, estaban considerando al momento de seleccionar a estos 8 jóvenes intérpretes. La respuesta llegó en David Alberto, un niño de 7 años perteneciente a una familia desplazada por la violencia, que tuvo la música como bastión vital de supervivencia durante los duros años del desplazamiento y que, una vez instalados de nuevo en Caldas, facilitó en el pequeño el surgir y despliegue de un talento inmenso, lleno de energía y vitalidad. La historia de transformación de vida de su familia, de resiliencia a través de la música, a punta de intuición y con una gran determinación ha jugado como un elemento importante en el selecto grupo de intérpretes.

Como músico, docente, formador y también desde la coordinación departamental, Paulo reflexiona sobre el papel de la música para los niños:

‘‘Realmente estamos cambiando la vida de estas personas y qué le estamos aportando desde la sociedad. Si las músicas nuestras no se dan en un espacio de formación, van a desaparecer. Nosotros como entidad de patrimonio tenemos una responsabilidad muy grande y es que nuestras músicas locales no se pierdan’’. Queda pues el exigente reto de garantizar la vigencia de la transmisión del legado musical, y artístico en general, para completar el círculo perfecto de misión de vida.

Escuche aquí la entrevista con Paulo Olarte sobre el proceso de las Escuelas de formación musical en Caldas:

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