Pasar al contenido principal
CERRAR

Ocho mujeres afrocolombianas que marcaron la historia del país

Recordamos la vida de algunas lideresas que han sobresalido en áreas como cultura, política, ciencia y deporte.
Nazlhy Viviana López

Desde una escultora que fue promotora e investigadora de la danza folclórica y la cultura del país, hasta una líder social catalogada como una de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes del mundo, incluídas políticas, artistas, científicas y deportistas. Estas son mujeres afrocolombianas que inspiran y enorgullecen a Colombia, y que han marcado la historia desde sus áreas de influencia.

Delia Zapata Olivella

Nació en Lorica, Córdoba, en 1926. ‘Yeya’, como le decían sus amigos, destacó en innumerables campos como artista, investigadora, maestra y difusora del folclor de la costa Pacífica y Atlántica de Colombia. Se formó en artes plásticas en la Universidad Nacional, mientras tomaba clases de baile. Años después enseñó en la misma institución y en la Universidad Central, y fundó la compañía de danza ‘Ballet Folklórico Delia Zapata Olivella’, para transmitir las danzas que fueron su inspiración.

Su trabajo de décadas de investigaciones sobre la cultura y la danza en el país la convirtieron en pionera de las danzas folclóricas, al reflejar planimetrías y dibujos coreográficos en un escenario, que les permitiera a los bailarines llevar la cultura colombiana a todos los rincones. En uno de sus viajes, mientras se encontraba en Costa de Marfil (África), para conocer e investigar las raíces africanas del folclor colombiano, contrajo Malaria, lo que le causó la muerte a los 75 años, el 24 de mayo del 2001.

Leonor González Mina

Más conocida como ‘La negra grande de Colombia’, González Mina es hija de padres caucanos, nacida en 1934 en la vereda de Robles, ubicada en Jamundí, Valle del Cauca. A los 18 años inició su vida artística como bailarina del ‘Ballet de Delia Zapata’ en varios países de Europa. Grabó su primer disco ‘Cantos de mi tierra y de mi raza’ y otros 30 discos. Fue la primera mujer afrodescendiente en aparecer en una portada de un disco, ha cantado casi todos los ritmos de música de nuestro país y ha llevado por todo el mundo la cultura afro pacífico.

Fue elegida en 1998 como representante a la Cámara por Bogotá, con el partido Liberal, y nuevamente en el 2006 con el movimiento Analdic, lista de comunidades negras. Durante los 60 años de vida artística ha sido cantante, actriz y folclorista. El Ministerio de Cultura le concedió el Premio Nacional Vida y Obra en 2016. Actualmente, se dedica a sacar adelante una labor social en su pueblo natal.

Doris Hinestroza

Nació en 1954 en Darién, Valle del Cauca. Tuvo una niñez muy difícil y ante la escasez para comprar libros, los transcribía a sus cuadernos. Estudió Matemáticas en la Universidad del Valle, debió trabajar para pagarse sus estudios. fue becada por la universidad por su buen rendimiento, y antes de graduarse ganó una convocatoria para ser docente en esa institución y así lo hizo durante 40 años. Recibió dos distinciones de Profesora Distinguida en 1997 y de Maestría Universitaria en el 2010.

En 1986 fue la primera mujer egresada de la Maestría en Matemáticas. Hizo su doctorado en Matemáticas Aplicadas en la Universidad de Cincinnati – USA, tuvo el honor de ser invitada como ponente en el congreso de Matemáticas Aplicadas que se realizó Washington. Luchó por los obstáculos de género y de racismo existentes, tuvo un gran amor y compromiso por los pobres que la llevaron a crear la Fundación Doris Hinestroza, cuyo objetivo es ayudar económicamente a estudiantes necesitados.


Te puede interesar:


Francia Márquez

Nació en 1982 en la vereda Yolombó, al norte del departamento del Cauca, en el municipio de Suarez, es una líder social y activista por los derechos humanos y del medio ambiente. En 2013 fue nombrada representante legal del Consejo Comunitario de comunidades Afrodescendiente del corregimiento la Toma, en 2018 fue galardonada con el Goldman Prize, otorgado a defensores de la naturaleza y el medio ambiente, por su lucha contra la minería ilegal y la desviación del río Ovejas, lo que implicaba impactos ambientales y sociales en su comunidad, que basaba su economía en el río.

En el año 2019, el diario BBC la catalogó como una de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes de todo el mundo, este año fue elegida como presidenta del Comité Nacional del Consejo de Paz, Reconciliación y Convivencia. Por este trabajo de defensa social ha recibido amenazas de muerte e incluso ha sufrido atentados.

Teresita Gómez

María Teresa Gómez Arteaga nació en Medellín, Antioquia, el 9 de mayo de 1943, creció rodeada de instrumentos musicales, escenarios y cantos, mientras sus padres trabajaban como porteros y encargados del Palacio de Bellas Artes de Medellín, en sus primeros años, aprendió a tocar de oído, al observar como dictaban las clases, a los 4 años inició su formación pianística clandestinamente en el Instituto de Bellas Artes de Medellín, allí realizó a los 10 años su primer concierto solista.

Toda su vida se ha enfrentado a la discriminación por su color de piel, pero eso no le ha impedido ser reconocida a sus 77 años, como una de las pianistas más importantes en la historia del país, con gran trascendencia en el ámbito musical de Colombia y el mundo, destacando con interpretaciones que resaltan la expresión, y el contenido emocional. Actualmente, es docente de piano en la Universidad de Antioquia, además de presentarse como concertista y en conjuntos.

‘Lisa de Andráfueda’

Teresa Martínez de Varela nació en Quibdó en 1924, fue una de las primeras mujeres afrodescendientes en publicar obras literarias, conocida como ‘Lisa de Andráfueda’. Polifacética, madre de seis hijos entre ellos Jairo Varela, creador del grupo Niche, poetisa, institutora folclórica, novelista. Su primera novela, ‘Guerra y amor’, publicada en 1947; musicóloga, dramaturga, escribió ‘El Nueve de abril’, declamadora, pintora, escritora, líder social e investigadora. Una mujer considerada muy adelantada para su época, era vital, locuaz, enérgica, emprendedora y dicen que hasta quejumbrosa, pues al ver que tenía muchos escritos y nadie se los publicaba se quejaba de que tal vez era por ser negra.

Hoy en día es considerada como la pionera de la incorporación de la identidad africana al panorama literario del país, y como la intelectual más importante de su época. En el 2009 su biógrafa Ursula Mena Lozano publicó ‘En honor a la verdad”, como reconocimiento a su obra. Murió sin recibir un aplauso justo.

Nazly Lozano

Nacida en Condoto, Chocó, abogada de la Universidad Santiago de Cali en 1966, con especialización en Derecho de Familia y Derecho Penal. Representó al Chocó en el Reinado Nacional de Belleza en 1957, considerada como una de las mujeres más bellas en el concurso. Fue la primera mujer afro en ser congresista en el año 1962 y viceministra de Justicia en 1982, en el gobierno de Belisario Betancourt. Además, fue Consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, ex magistrada del Tribunal Superior de Justicia, y participó como Embajadora en el tratado de extradición con los Estados Unidos. Actualmente vive en Cali.

‘La negra de oro’

María Isabel Urrutia Ocoró, llamada ‘La negra de oro’, nació en Candelaria, Valle del Cauca, en 1965, fue descubierta por su vecino Daniel Balanta, quien le propuso practicar el atletismo lo que ella aceptó. Como no tenía dinero para transportarse, debía caminar una hora para ir y volver del entrenamiento. Trabajó como operadora telefónica en EMCALI por las mañanas, hasta su participación en los Juegos Olímpicos del 2000.

En 1988 el entrenador búlgaro Gantcho le recomendó cambiar de deporte por su contextura física, a levantamiento de pesas, y bajo su entrenamiento María Isabel logró nueve medallas en los campeonatos mundiales de Halterofilia. Mujer emprendedora, tras retirarse de las competencias se refugió en el estudio licenciandose en Educación Física y Deporte con énfasis en Pedagogía.

Luego de ganarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, se convirtió en una mujer pública incursionando en la política como Representante a la Cámara, donde fue autora de varios proyectos de ley del 2002 al 2010, promoviendo la profesionalización de los deportistas y entrenadores y contra la discriminación racial.

El pasado sábado 25 de julio se celebró el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, también conocido como el Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, para conmemorar la inclusión, visibilización de su aporte cultural, justicia e igualdad de las mujeres afrodescendientes. Además de recordar el primer congreso en 1992, en el que se reunieron más de 400 mujeres en República Dominicana para tratar y analizar las secuelas por temas relacionados con el sexismo, discriminación racial, violencia, pobreza y migración.

Recordamos la vida de algunas mujeres afro importantes en la historia nacional. Junto a la necesidad de abrir espacios, de proteger y preservar su cultura, sus raíces que relatan la historia de Colombia, su gastronomía con sabor a mar, a playas, a sol y alegría, su medicina tradicional, de la que aún falta mucho por aprender, de sus música y danzas que simbolizan con cada movimiento y ritmos la historia de guerras y triunfos de este país.

Conmemorar es recordar reflexivamente, qué bueno sería conmemorar cada día la herencia de estos pueblos y su valor en lo que somos hoy, resalta Clara Inés Valdés Rivera, integrante del Movimiento Social y Político de Mujeres Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras desde sus Identidades Diversas y del Grupo de Trabajo de Género de la Comisión de la Verdad.

“Son múltiples los niveles de opresión que de manera histórica han afectado a la mujer afro colombiana: el racismo, el proceso de colonización, colonización del saber, del poder, colonización del cuerpo, del territorio y quizás de todas las formas de lucha de las mujeres negras, la calidad de la educación, el nivel del deserción y racismo escolar. Hay segregación y menos posibilidades de acceso al trabajo; nos quedaríamos hablando de las distintas dificultades a las que las mujeres negras se ven abocadas”, concluye Valdés.