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‘Oficios de manos colombianas’, memorias del patrimonio hecho por los artesanos

Un libro que rescata la valentía de quienes ejercen con sus manos, labores que identifican el patrimonio cultural inmaterial colombiano.

Por: Colprensa

Dentro de las actividades que se desarrollan dentro de Expoartesanías, que se realiza en Corferias en Bogotá, se lanzó ‘Oficios de manos colombianas’. Se trata de un trabajo realizado entre el Ministerio de Cultura y MNR Ediciones en una producción que rescata la valentía de quienes ejercen con sus manos, labores que identifican el patrimonio cultural inmaterial colombiano.

Además, esta publicación de lujo que tiene un sentido social y contiene fotografías acompañadas de historias emotivas de colombianos que hacen oficios valiosos como alfarería, lutería, filigrana, tejeduría, vidriería, talabartería, entre otros.

El libro, que está disponible en español e inglés, aporta más allá de sus páginas, un programa de becas auspiciado por doce empresas privadas del país, liderado por el Ministerio de Cultura y apoyado por el Programa Nacional Escuelas Taller de Colombia. Así, jóvenes de todo el país podrán acceder a estas becas para aprender oficios tradicionales, de la mano de los maestros portadores del conocimiento.

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“Visibilizar la importancia de los oficios tradicionales que han sido objeto de la transmisión del conocimiento de generación en generación, y que a lo largo de su práctica durante décadas, han impactado positivamente a sus comunidades, permitiéndoles generar recursos económicos que mejoran su calidad de vida. Así mismo, destaca que su propósito es seguir desarrollando contenidos que aporten conocimiento y cultura y que cumplan con un objetivo social que muestre el valor que se encierra en los rincones de Colombia”, dijo Neira Restrepo, editora del libro.

Con los textos de Alberto Escovar Wilson – White, Director de Patrimonio de MinCultura, y la lente del fotógrafo Andrés Sierra Siegert, cada oficio abre las puertas a un mundo desconocido por muchos, el de la gestación de las herencias culturales en el territorio colombiano, producto de las necesidades básicas de sus habitantes, y el de la forma de vida de los individuos que han mantenido con su conocimiento, oficios que se enraizaron en las regiones y comenzaron a generar dinámicas sociales.

“Nosotros estamos comprometidos con la preservación, divulgación y transmisión de los oficios tradicionales. Buscamos que en las distintas regiones los colombianos valoren y conserven sus tradiciones, y que se transmitan de generación en generación. Si esto no sucede, a futuro, la sociedad perderá su identidad, no podrá entender su pasado. Le apostamos a dignificar los oficios para que el trabajo hecho con las manos y aprendido de nuestros ancestros, sea reconocido socialmente como fuente de saber, identidad y progreso”, afirmó Mariana Garcés Córdoba, Ministra de Cultura.

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Después de recorrer una tercera parte del país, dice María Lía Neira Restrepo, “surgieron las historias de 20 maestros portadores del conocimiento. Seleccionamos los protagonistas de ´Oficios de manos colombianas´, seres humanos llenos de sensibilidad y agradecimiento por la vida, por haber aprendido un único oficio del cual han podido vivir dignamente y ver crecer sus familias. Veinte generosos personajes dispuestos a compartir su conocimiento con quien se interese en sus oficios, siempre dispuestos, siempre sonrientes, llenos de historias y enseñanzas de vida”.

Gran valor

De las voces que salieron de sus casas ubicadas en pueblos y veredas, se descubre cómo en Barichara, Santander se mantiene viva la tradición de moldear el barro con las manos expertas de Ana Felisa Alquichiri, quien con 90 años de edad aún sigue dedicada al oficio de la alfarería; en Santa Cruz de Mompox, vive José María Pupo, uno de los pocos herreros que después de cuatro generaciones, continúa trabajando la forja antigua; en Buenaventura, habita Baudilio Guama, lutier, quien se dedicó a la construcción de marimbas y quiso que su legado trascendiera para que los jóvenes se alejaran de la violencia a través de los sonidos de la música del Pacífico y tuvieran una opción de vida. Ellos hacen parte de las 20 historias consignadas en ‘Oficios de manos colombianas’.

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