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CERRAR

Santa Isabel: la magia de un glaciar que muere

Es el glaciar que pierde más capa de hielo por año, con un 7 por ciento que se traduce en un promedio de 10 a 40 centímetros de reducción en extensión por mes.

Por: Mateo Jaramillo.

En el paisaje de la Cordillera Central, Santa Isabel es uno de los hermanos menores. Por encima de su cima están el Nevado del Ruiz, el Volcán Arenas y el Nevado del Tolima y por debajo se encuentran los paramillos del Cisne, de Santa Rosa y del Quindío.

Pero su magia radica en que está en un punto medio dentro del Parque Nacional Natural Los Nevados, donde se pueden alcanzar glaciares a una altura de cuatro mil doscientos metros, sin tener las restricciones de riesgo volcánico (como en El Ruiz) o de destreza para la escalada (como en el Tolima).

Foto: Mateo Jaramillo

El recorrido para llegar allí inicia en Villamaría, población vecina a Manizales, donde se toma una vía destapada hacia el suroriente del municipio y se pone el rumbo hacia la Cordillera Central. Bordeando una serpenteante vía entre un bosque húmedo alto-andino, que predomina allí, se distingue entre la población rural de la zona su vocación hacia la producción maderera y la ganadería lechera.

Entre más se gana altitud, se cambian las motos y jeeps (o camperos), por lomos de mulas y caballos que aún se usan para el transporte entre la zona. A su vez, la vegetación también se transforma, dejando atrás el verde profundo lleno de árboles y quebradas, a cambio de una pálida mezcla entre pastos quemados por el viento y algunas formaciones rocosas.

El ascenso (luego de cuatro horas en carro) inicia en un sector conocido como La Conejera, que a sus 4 mil metros sobre el nivel del mar, invita a recorrer 700 metros más para llegar al borde glaciar. Este camino no puede ser más reconfortante para el alma, pero retador para el cuerpo porque hay inclinaciones que superan los 45 grados. En un día con buen clima se puede estar acompañado de un paisaje con nieve alrededor.

Foto: Mateo Jaramillo

Una dinámica para mantenerse concentrado en la escalda, pero al mismo tiempo poder disfrutar el paisaje, es contar las lagunas que se descubren conforme avanza el recorrido. Según cálculos de expertos se alcanzan a divisar entre diez y catorce lagunas, dependiendo de la nubosidad que haya en la zona.

Finalmente, y luego de tres horas de una exigente caminata en ascenso, se llega a un pequeño valle que no excede los 100 metros, en el que se atraviesan las primeras corrientes de agua que emanan del glaciar. El panorama es mágico y acogedor. Cascadas de agua cristalina cayendo desde la cima de la montaña, un cielo azul y unas nieves perpetuas que quedan grabadas para siempre en la mente de quien visita este lugar. Es el premio al esfuerzo de quien quiera explorar una de las capas glaciares más próximas a desaparecer.

Foto: Mateo Jaramillo

Tristemente, es el glaciar que pierde más capa de hielo por año, con un 7 por ciento que se traduce en un promedio de 10 a 40 centímetros de reducción en extensión por mes, augurándole un máximo de 30 años de su presencia en las cumbres colombianas. Así lo informó el director del Parque Nacional Natural Los Nevados, Efraín Rodríguez.

Datos sobre Santa Isabel:

1. El inicio del glaciar es el punto llegada para quienes quieren conocer la nieve, pero es el campamento base para quienes van a conseguir la cima.

2. El Nevado del Ruiz se divisa siempre al costado norte del recorrido, que en un día de buena visibilidad, permite divisar gran parte de su glaciar.

3. El Senesio es un primo lejano del frailejón, ambas son representativas de la flora que adorna los paisajes, por encima de los 4 mil metros sobre el nivel del mar.

4. Con el rápido descongelamiento de su capa glaciar, las vertientes del Nevado Santa Isabel se vuelven hogar de lagunas y pequeñas corrientes de agua.

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