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“El hip hop le cantó al mundo la realidad cubana”: Telmary

La rapera cubana, invitada a la charla Juglaresas del Caribe que Radio Nacional transmitirá el jueves 1º de octubre a las 6:00 p.m.

Se llama Telmary Díaz y es un referente del hip hop hecho en Cuba. Actiz y cantante, está convencida de que la música es un vehículo para el mensaje. Y así lo dejará ver el próximo jueves, cuando participe del conversatorio “Juglaresas del Caribe” en el marco de la entrega del Premio Gabriel García Márquez, al lado de sus colegas Rita Indiana, dominicana; y Li Saumet, colombiana, con moderación de Catalina Ceballos, subgerente de Radio de RTVC.

Hablamos con Telmary sobre su participación en la mesa de cierre del importante encuentro iberoamericano de periodismo que se lleva a cabo en Medellín desde el martes 29 de septiembre.

¿Cómo recibe la invitación a participar de este conversatorio?

Bueno pues muy bien, y muy contenta con esta invitación. Para mí, ser llamada juglaresa y representar a mi isla bella del Caribe en este Festival es un tremendísimo lujo.

No es gratuito que usted esté en el marco del Festival porque usted estudió periodismo, y al rap se acerca posteriormente. ¿Cómo es eso? ¿De qué sirve ser periodista a la hora de rapear?

Yo no estudié periodismo, digamos, de forma académica, aunque sí traté de prepararme. Mi mamá fue periodista, y precisamente por no tener un título universitario fue que quizá descubrí que rapear también es una forma de comunicar.

Era una manera de hacer un reportaje en Cuba en medio del Periodo Especial en donde no había ni siquiera papel ni tinta, es decir materiales para hacer periódicos; en donde no había una gaceta, una cartelera, en donde los medios realmente estaban muy limitados, y de alguna manera me sentía con la responsabilidad de reportar y de informar lo que estaba pasando en la escena cultural de Cuba de esos tiempos, y entonces empezó como un hobbie, como una manera hablada sobre la base de una música y con un DJ, pues un poco como una cartelera, por decirlo de alguna manera, y así hacer un reportaje pero en vez de hacerlo en la radio era para un público muy pequeño, en clubes, en fiestas, y en lugares privados.

Y luego descubrir que esta manera de tener un micrófono en la mano, que te hacían mucho caso realmente, especialmente en un país en donde el periodismo tiene sus características, no voy a profundizar específicamente en cuales, pero no es tan fácil ser periodista en Cuba, uno se enfrenta a muchos desafíos.

¿Así fue que nació esta especie de jazz poet, o como la han llamado, de Hechicera de la Palabra?

Me han llamado de varias maneras porque realmente yo no me considero solamente rapera a pesar de que me siento deudora del hip hop. Creo que mi obsesión es comunicar y mi gran vicio es escribir, alimentándome de la música cubana –y eso sí me interesa mucho recalcarlo–. Desde el comienzo de mi carrera he tratado de alimentarme de las corrientes cubanas de improvisación propias de nuestra cultura.

Nosotros le decimos aquí el “repentismo”, que son estas décimas que hacen los guajiros con el tres, que se enfrentan y hacen esta batalla a pura poesía. Siempre me ha llamado la atención que el hip hop se alimenta un poco de lo que es el hip hop americano, porque ese movimiento surgió en Brooklyn, pero creo que cada país puede enriquecer su propio hip hop con la música de su tierra, con nuestras raíces, en este caso cubanas, y por eso se le siente el saborcito distinto.

Joseíto Fernández, el autor de la Guajira Guantanamera, cantaba la noticias en radio con la música de ese tema. Da la impresión que la música en Cuba siempre ha estado muy ligada al periodismo, ¿no?

Si, ese es uno de los temas que estoy indagando para la conferencia, porque quiero buscar ejemplos como el de Joseíto y muchos otros que hay aquí en la isla de personas que a través de la música han hecho su propio periodismo. Creo que también el hip hop de los años 90 y principios del 2000 estuvo cargado de mucha información, de mucha noticia, del acontecer. En ese momento era la única manera de comunicar lo que estaba pasando, porque había muchos problemas acerca de los que no había otra manera de enterarse. El hip hop fue de alguna manera responsable de cantar y de contarle al mundo nuestra realidad.

Ya que hablamos de ese papel del rap de decir ciertas verdades, ¿esas verdades no resultan a veces incómodas? ¿Ha sido víctima de censura?

Vivimos en un país donde no se puede negar que la censura existe y existirá. Pero no me siento víctima, porque creo que la censura ha hecho que desarrolle un sentido, un doble sentido como forma de decir, que lo único que ha hecho es enriquecer mi poesía. Yo sé que estoy sujeta a la censura porque hay muchas cosas que no quieren ser oídas, y eso es parte de la rebeldía de ser rapera. Creo que es parte de nuestra vida y la asumimos así. Pero por supuesto que sí, he estado cerquita de ese órgano censor.

Ahora que va a participar de una mesa redonda con Rita Indiana y Li Saumet, ¿siente que tienen algunas búsquedas similares de alguna manera?

Yo pienso que si, además nos hemos escrito y ellas me han hecho unas preguntas en las que estoy trabajando con mucha pasión porque me encanta su manera de expresarse, su entusiasmo, su vitalidad… Tienen una energía que me parece muy bonita.

Esta conversación es una idea hermosisisma, de verdad me siento halagada de estar representando a las juglaresas del caribe.

Por Juan Carlos Garay y Jaime Andrés Monsalve, de La Onda Sonora

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