Fusiles por máquinas de coser: la apuesta de los excombatientes en el Cesar
Por: Daniela Cárdenas Seoanes. Radio Nacional de Colombia Cesar.
Howard Buffet, el multimillonario estadounidense, llamó la atención por el atuendo que lució durante el conversatorio ‘Private Capital as a Mechanism in Sustaining Peace’, que se realizó en septiembre pasado en el Hotel Grand Hyatt, en Nueva York.
Con el impecable vestido entero negro, el magnate lució unas botas troperas color mostaza. Según explicó el mismo Buffet, fue un regalo hecho por el presidente Iván Duque, quien las adquirió durante una visita al antiguo ETCR, hoy vereda Tierra Grata en Manaure-Cesar.
Sobre la icónica situación, Luis Albarrán, exsastre de las Farc y hoy coordinador de confecciones en la vereda Tierra Grata, antiguo ETCR, aseguró que son las mismas botas troperas que se utilizaron en el conflicto y que hoy son fabricadas por excombatientes de las Farc.
“Le hemos vendido botas a alcaldes, al gobernador del Cesar, a Ministros y a una cantidad interminable de figuras públicas. Inclusive, tuvimos la oportunidad de venderle un par de estas botas al presidente Iván Duque, esas mismas se las regaló al señor Buffet”, explica Albarrán.
Y es que la fabricación de calzado y moda es uno de los proyectos productivos que desarrollan en Pondores y Tierra Grata, antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, que habitan cientos de excombatientes.
Recientemente este proyecto rindió sus primeros frutos: la colección ‘Al aire libre, sendero y desierto’ que fue presentada ante medios de comunicación y expertos en el tema de moda, como la gurú Pilar Castaño.
“Es una colección de senderismo, de caminatas, de ropa deportiva. La idea es poner una tienda para que quienes adquieran los paquetes turísticos que también ofrecemos, puedan adquirir las prendas.”, dice Diosenel Criado, coordinador de confección de los excombatientes en Pondores, La Guajira, y añade que los costos oscilan entre los 30 y los 60 mil pesos.
Según estos excombatientes, la misma dinámica del posconflicto les ha encaminado a ver desde otro cristal la manera para subsistir.
“En el monte teníamos la necesidad de tener nuestros uniformes, y como no podíamos salir a tiendas a comprarlos, nos motivamos a confeccionarlos nosotros mismos. Entonces, ahora en el posconflicto, dijimos “pero si yo tengo conocimiento de confección ¿por qué no llevarlo a la sociedad? Y en la dejación decimos soltemos el fusil y empuñemos una máquina de coser”, relata Albarrán.
Son casi 20 excombatientes los que hacen parte de las sastrerías de Pondores y Tierra Grata con la que buscan fortalecer sus talleres, apostarle a la marca propia, conseguir nuevos clientes y vender sus colecciones a un precio justo para continuar avanzando en el camino de la reincorporación y la paz.
