Asociaciones campesinas y grupos étnicos piden no retomar uso del glifosato

Tras conocerse el decreto mediante el cual se pretende reanudar las aspersiones aéreas con glifosato, comunidades campesinas, cultivadores de hoja de coca y grupos étnicos se han pronunciado al respecto. En algunas regiones se tienen previstas movilizaciones para las próximas semanas en rechazo a esta decisión del Gobierno Nacional.

Antioquia

Con preocupación recibieron los campesinos cultivadores de coca en Antioquia, la decisión del Gobierno Nacional de reactivar la fumigación aérea con glifosato. Señalan que hay incumplimiento con el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos, y temen por los daños que puedan traer estas fumigaciones a sus proyectos productivos y al medio ambiente.

“En la actualidad tenemos una tutela en curso, dado que están violando los derechos a la naturaleza, a los campesinos, a los ríos y a todo en general; de otra parte, tenemos otras instancias que son las vías de hecho”, dijo José David Hernández, líder regional de la Cocam en Antioquia.

Según el representante de los campesinos cultivadores de coca, son más de 11 mil las familias que se han acogido al Programa Nacional para la Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito en Antioquia, de las cuales, al menos 7 mil han recibido la bonificación de los pagos para la implementación de proyectos productivos, las demás siguen a la espera, específicamente en municipios como Campamento, Valdivia y parte de Ituango.

Nariño

Consejos Comunitarios del Río Chagüí, en zona rural de Tumaco, expresaron su voluntad de continuar con el proceso de sustitución de cultivos de uso ilícito. Por otra parte, en las últimas horas se registraron movilizaciones de comunidades rurales, afro, de la cordillera y la costa pacífica del departamento, quienes protestan ante la posibilidad de próximas fumigaciones con glifosato.

Al respecto, el alcalde de Policarpa, Nariño, David Sánchez señaló: “Es una realidad que hay personas que reciben presiones de los grupos armados que están haciendo paros, esto es una estrategia para despejar los territorios de la presencia del Estado y de las Fuerzas Militares”.

Catatumbo

Wilder Mora presidente de la coordinadora de cultivadores de coca, amapola y marihuana Cocam del Catatumbo, indicó que al firmarse este decreto el Gobierno no estaría aplicando la sustitución gradual y voluntaria acordada en La Habana, también indicó que es necesaria una mayor inversión social con soluciones concretas.

El gremio campesino de Norte de Santander anunció que de seguir adelante con la aspersión aérea, se movilizarán para que sean escuchados pues dicen que no permitirán que “jueguen con la salud y el futuro de sus hijos”.

Putumayo

Para Eder Jair Sánchez, vocero en Putumayo de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc), la fumigación con glifosato implicaría que “muchas personas deban acudir a los puestos de la salud y hospitales, entre ellos mujeres y niños, lo que nos llevaría al colapso del sistema considerando que estamos en pandemia".

De igual manera, Sánchez expresó que los actores armados ilegales reaccionarían por culpa de las fumigaciones, generando afectación directa contra la población lo que puede llevar a desplazamientos forzados, además de la afectación a la salud, el daño de los cultivos de pancoger y el medio ambiente.

Meta

Organizaciones defensoras de derechos humanos en el Meta aseguran que retomar la aspersión con glifosato, sería atentar contra las comunidades y los recursos naturales de las zonas afectadas. Así lo explicó Islena Rey, representante del Comité Cívico por los Derechos Humanos de ese departamento:

“Los efectos son nocivos y no controlables. Esto podría generar cáncer en los campesinos y no es efectivo para el control de los cultivos ilícitos. Las fumigaciones con glifosato solo correrán las fronteras y continuarán deforestando”. explicó.

Señaló, además, que este método representaría una alta inversión para el Estado, con resultados negativos para los campesinos y sus entornos naturales.

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