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Luis David, los ‘ojos’ de Angie en la pista de atletismo

Por: Thomas Beltrán LozanoAngie Pabón era una atleta convencional, de esas luchadoras que no se conforman con nada y siempre quería lograr sus mejores marcas. De pasar de una rutina normal, de entrenamientos, competencias y esfuerzo, tuvo que afrontar la pérdida de la visión. Para muchos un factor esencial para la práctica de cualquier deporte, pero ella no lo sintió así y se inscribió en las competencias de atletismo con guía.

Por: Thomas Beltrán Lozano

Angie Pabón era una atleta convencional, de esas luchadoras que no se conforman con nada y siempre quería lograr sus mejores marcas. De pasar de una rutina normal, de entrenamientos, competencias y esfuerzo, tuvo que afrontar la pérdida de la visión. Para muchos un factor esencial para la práctica de cualquier deporte, pero ella no lo sintió así y se inscribió en las competencias de atletismo con guía.

Para seguir, ahora en el deporte paranacional, tenía que encontrar la persona idónea y ahí fue cuando apareció Luis David Arízala, que empezó a trabajar con ella y convirtieron su relación en un ‘matrimonio’ dentro de la pista de atletismo.

“Nos conocemos hace dos años. Encuentro mucha confianza, comprensión. Es mi guía y vamos por un sueño. Nos comprendemos y casi cosas malas no hay”, dice Angie que habla de su compañero con una sonrisa en su rostro.

En la pista son una sinfonía, y si no fuera así, no lograrían los objetivos que se tienen planteados. Y ni qué decir fuera de la pista, porque el uno habla del otro con los adjetivos más bonitos que se les vienen a la cabeza.

“Hemos logrado una buena amistad fuera de la pista, ya somos toda una familia y por eso trabajamos para nuestros sueños”, dice Luis David, que próximamente va a debutar como papá, y seguramente será un amuleto en esta relación deportiva con Angie.

La modalidad de atletismo en la que participa esta deportista es para personas con discapacidad visual y para cumplir las pruebas, deben ir ‘amarrados’ de las muñecas de su guía. En competencia ese guía se convierte en los ‘ojos’ del deportista indicándole el camino que debe tomar, para cruzar primeros la meta, como ocurrió con Angie en la prueba de velocidad de 100 metros planos de los Juegos Paranacionales.

“Debemos tener la mejor sincronía posible para que la carrera sea fluida, muy técnica y obtener las mejores marcas”, dice el guía de Angie.

Los entrenamientos son igual de exigentes a los deportistas convencionales, en sí no cambia nada con respecto a cualquier atleta. Entrenan la misma técnica, lo mismo físico y solo con el factor diferencial de hablar la estrategia que van a tener el uno con el otro en la competencia, porque finalmente son dos en uno.

Angie tiene un sueño y es llegar a los Juegos Paralímpicos de Tokio del próximo año, está trabajando duro en su propósito y junto a Luis David quieren cumplir su objetivo. Son el uno para el otro y no descansarán hasta que su nombre esté en lo más alto del podio mundial.

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