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“Pambelé se reinventó a través de sus puños”: Alberto Salcedo Ramos

Entrevista con el periodista y escritor sobre su libro ‘El oro y la ocuridad’, premiado en Francia con el Prix du Livre du Réel.

Un recorrido por las anécdotas y episodios que marcaron la vida de una leyenda del boxeo mundial, como el colombiano Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’, es el que hace el reconocido periodista y escritor, Alberto Salcedo Ramos, con su libro ‘El oro y la oscuridad’, obra traducida al francés con la que se le concedió el Prix du Livre du Réel (Premio del Libro de Réel) en el país galo.

El galardón es entregado por la Librería Mollat y el periódico Sud Ouest, un reconocimiento que busca destacar que el campo de la literatura extiende más allá de la novela, para mostrar que la investigación participa en la comprensión de la realidad.

En radionacional.co hablamos con el periodista sobre su obra y la visión que busca transmitir. Allí narra los aciertos y desaciertos, glorias y caídas del gran ‘Kid Pambelé’.

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En sus propias palabras, ¿Qué pueden encontrar los lectores en ‘El oro y la oscuridad’?

Es un libro que hace memoria de una época que fue muy importante para Colombia, porque tuvimos un campeón mundial del cual nos sentíamos orgullosos. Pero no es un libro de boxeo, como pudiera creer una persona que no lo conoce. Es un libro de un ser humano retratado con respeto por su dignidad, un libro que muestra el ascenso y la caída de un deportista que fue muy importante.

Este libro se puede leer como una parábola, como una especie de recreación del mito de Ícaro, de alguien que sube, pero las alas se le derriten y entonces cae al suelo. Me parece que ‘Kid Pambelé’ fue un personaje del cual se podría decir lo que dijo Octavio Paz sobre María Félix, nació dos veces: el día que su madre lo parió y el día que él decidió reinventarse. Pambelé se reinventó a través de sus puños, el único regalo con el que vino al mundo. Pambelé tenía escriturada la derrota como destino, pero logró escribir una historia de grandeza gracias a lo que fue como boxeador.

Sin embargo, después de ese periplo, bajo los reflectores de la fama, bajo los reflectores de su notoriedad como campeón mundial vino una época de oscuridad, en la cual el cayó al piso de manera dramática. Yo retrato ese arco que va de la gloria la oscuridad como lo dice en el libro, se llama ‘El oro y la oscuridad’, la vida gloriosa y trágica de Kid Pambelé.

Esta es la biografía de un boxeador, pero podría ser la de un pintor, la de un futbolista, la de un banquero, la de un escritor, en realidad es la historia de un ser humano que termina enseñándonos mucho sobre la condición humana.

Desde su propio punto de vista, ¿Qué es lo que haría llamativa esta obra?

Eso es lo que trato de evadir. Me gustaría más que los lectores fueran quienes dijeran eso, porque yo la escribí. Yo hice un trabajo con mucho esfuerzo, a lo largo de 2 años y pico. Ese trabajo tenía como propósito contar la vida de un héroe que yo tuve cuando era niño y que luego, cuando yo era adulto, se convirtió en una especie de antihéroe.

Mi propósito era contar esa vida con mucho respeto, de un modo que resultara atractiva para los lectores. De un modo que pudiéramos asomarnos para aprender algo de nosotros mismos.

¿Cómo fue la experiencia de indagar en la vida de esta gloria del boxeo desde distintos ángulos y personajes?

Hablé con mucha gente, hablé con deportistas, boxeadores, familiares de Pambelé, con el propio Pambelé montones de veces. Pero no solamente hablé con mucha gente, sino que también me dediqué a acompañar a Pambelé durante un tiempo largo, lo cual me permitió conocerlo más allá de sus palabras, porque yo creo en un periodismo no solo en el que se haga una investigación a través de la palabra y la respuesta, sino a través del acompañamiento, a través de eso que Gay Talese llama ‘el fino arte de presentar’.

Alma Guillermo Prieto dice que el periodismo se ha convertido en rehén del síndrome del entrecomillado. Todo el mundo anda haciendo preguntas, pero casi nadie se queda para ver cómo es la gente, más allá de las respuestas que da.

Este libro para mi también tiene un significado sentimental, porque la historia de Pambelé me la regaló mi abuela cuando yo era niño. Mi abuelo me despertaba para ver sus peleas. Yo siento que este libro se lo debía al niño que fui y también se lo debía a mi abuelo, que fue tan importante en mi vida, porque me crio y porque me regaló esta historia.

¿Cómo entender la importancia de ‘Kid Pambelé’ en la historia del deporte colombiano?

Juan Gossaín describió a Pambelé con una frase muy buena, diciendo que el “fue el hombre que nos enseñó a pasar de las historias morales a las historias reales”. Cuando yo era niño, Colombia vivía festejando un empate en un partido de fútbol, no habíamos ganado nada, Pambelé y Cochise, en su momento, fueron lo que nos enseñaron a ganar. Así se ganó el Campeonato Mundial de la Hora, él puso el record mundial de la hora en pista. Pambelé ganó la primera corona mundial de boxeo profesional en la categoria de los Wellter Junior. Entonces, contar la vida de Pambelé es rememorar un poco cómo fue la época en que estábamos aprendiendo a ganar. Luego ya han venid un montón de deportistas que ganan, como Nairo, Mariana Pajón, Catherin Ibargüen, etc.

En los años setenta, cuando Pambelé ganó su título, se convirtió casi que en el exponente de una raza exótica, la raza de los colombianos que podían ganar. Por eso leer el libro de Pambelé, no solo es enterarnos de cómo era la vida de Pambelé, sino también de cómo fue la época que el marcó con su presencia y a la que yo pertenezco de alguna manera.

Usted es considerado uno de los grades cronistas del país. Para usted, ¿Qué ingredientes debería tener una buena crónica?

Primero, una buena investigación. Cuando la gente piensa en una buena crónica, tiene la creencia de que se trata de escribir bonito, de que se trata de escribir bien, pero casi nunca se preguntan por la investigación. Si la investigación no es buena, no va a haber habilidad literaria que salve la crónica. Yo le digo a la gente en los talleres de crónica que dicto: “Antes de hablar de la escritura, tráeme una buena investigación. Se necesita a además tener una gran capacidad de mirar, para leer la realidad, para interpretarla, porque la crónica es narración más interpretación y por supuesto, se necesita cierto vuelo literario en la prosa.

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