Comisión de Paz del Congreso analizará situación de violencia en Montes de María
La Comisión de Paz conjunta del Senado y la Cámara de Representantes, tiene previsto reunirse con líderes sociales, víctimas de la violencia y comunidades en general, para escucharlos con relación al tema de la violencia en el territorio, el próximo martes 2 de marzo en la sede de la gobernación de Sucre.
“Escucharemos también al personal de restitución de tierras, defensores de derechos humanos y firmantes del acuerdo de paz de la subregión Montes de María (...) ‘Tenemos en cuenta la situación del recrudecimiento de la violencia que se vive, que también es la muestra de la profunda crisis de derechos humanos que enfrenta el país y en especial esta región que ha sido tan azotada por estos hechos’, señaló la senadora Victoria Sandino.
Dijo además, que se espera en la reunión evaluar la situación de las amenazas, los homicidios, las extorsiones y el rearme de los grupos paramilitares en esta zona del país. La Comisión espera contar con la participación del Gobierno Nacional y los entes territoriales de Sucre y Bolívar, para tratar además el tema de los PDET de Montes de María.
Por su parte, los habitantes de los quince municipios que hacen parte de la subregión, han expresado su preocupación ante la reaparición de hechos de violencia.
Los casos se vienen presentando desde el año 2020, primero con la aparición de panfletos y la denuncia sobre la presunta presencia de personas que, al parecer, harían parte de grupos al margen de la ley.
Se suma la desaparición de algunos jóvenes, habitantes de la zona rural de Colosó, las amenazas a líderes sociales y el secuestro del médico y ganadero Fabio Hernández Salom, junto con el veterinario Néstor Támara.El caso sucedió el pasado 8 de enero en cercanías a los corregimientos de Caracol y Las Piedras, en la zona rural de Toluviejo, a escasos kilómetros de Sincelejo.
Néstor Támara fue dejado en libertad el mismo día, mientras que Fabio Hernández fue sacado de los Montes de María en Sucre y llevado hasta la población de Cerro de San Antonio, en el Magdalena.
Fue torturado y asesinado por quienes exigían a sus familiares, 1.200 millones de pesos. Su cuerpo fue dejado en una fosa, en una finca al parecer propiedad de un exparamilitar.
