Lafér, talento ocañero en los coros de Chocquibtown
Por: Anthony Pacheco Ropero - Convención, Norte de Santander
La ciudad de Ocaña en Norte de Santander es referente artístico en la zona del Catatumbo. La música ha sido refugio para muchos jóvenes que han decidido cultivar su talento en este campo, como el caso de Katy Fernanda Angulo Ovalle, conocida como ‘Lafér’, actual corista de la famosa agrupación Chocquibtown.
Para entender su historia musical hay que remitirse a su infancia en la Villa de los Caro (Ocaña). Resume su niñez en una palabra: felicidad, al lado de sus padres doña Estela, don Manuel y sus hermanos. “Mi infancia siempre se basó en eso, en el amor, era una niña muy tranquila y siempre fui gran fan de la música”, cuenta en medio de sonrisas.
El arte hacía parte de su vida desde antes de nacer gracias a su madre. “Yo recuerdo las historias que me contaba mamá de su juventud, que había hecho teatro y siempre estuvo muy comprometida con la parte cultural”, dice.
Por otra parte, su hermano tenía una guitarra y ella quedaba encantada al escuchar los sonidos del instrumento mientras lo interpretaban. Esa fue una de las primeras razones por las cuales se despertó el amor por la música.
Aprendiendo de las adversidades
La muerte de sus padres hizo que Katy tomara decisiones importantes para su vida, sin embargo, no estaría del todo sola en este camino, Bexy Amparo Mendoza, su madrina, le brindaría el apoyo necesario. Es gracias a ella que ingresa a la Escuela de Bellas Artes en Ocaña. A Katy el arte la persigue, ya que su madrina es poetisa y docente de teatro.
“La influencia de mi madrina fue bastante iluminada, me abrió mucho los ojos ante el mundo del arte, de ella aún sigo aprendiendo, de su experiencia como profesora de teatro, poetisa y artista y es una gran influencia en mi camino como artista”, asegura.
Según Bexy, Katy alguna vez comentó su deseo de estudiar derecho, sin embargo, por recomendación de su hermano, empieza la carrera de ingeniería civil. No obstante, el amor por la música seguía latente y tras el fallecimiento de su madre, toma la decisión de su vida, dejar de lado la ingeniería para ir en busca de su sueño.
Nuevos rumbos, nuevas metas y muchos logros
En 2014 viaja a Bucaramanga, inicia estudios de canto en la academia de Jazz: Ammus, ese mismo año se integra al grupo de música del Pacífico llamado Tumacuba. Como era habitual en ella, publicaba en sus redes todas sus actividades y es en ese mismo espacio en donde nace la gran oportunidad.
“Una vez subí un pedacito de una canción de Chocquibtown que se llama ‘Nuquí’, y etiqueté a la banda, nunca esperé que sucediera nada, pero Goyo (cantante de Chocquibtown) me encontró y me invita a ser parte como corista. Cantar con mi artista favorito en la misma tarima en una sensación muy bonita”, relata.
Con ese giro de la vida, iniciaron los conciertos, ahora Lafér tomaba el rumbo que desde niña se ha marcado con derroche de talento en el escenario. Dejó salir sus dotes como compositora estrenando su primer sencillo: ‘Querella’, un retrato sobre el conflicto que se vive en el mundo entero, específicamente en Colombia y la forma en que las mujeres tienen que vivirlo.
“La canción nace hace unos dos años, en la ciudad de Bogotá, hablando sobre una problemática que nos afecta desde hace tantas décadas, justo veía una noticia en las que unas señoras campesinas protestaban porque no sabían del paradero de sus hijos y enseguida llego a mí el coro: los tiros vuelan las mamás lloran”, comenta.
Su madrina Bexy la define como “un ser mágico, que es luna, es sol, es lluvia, es viento, es fuego, es armonía, es tierra, es un universo que transmite y nos hace sentir maravilloso”. Lafér se considera una persona con sentimientos de lucha y rebeldía, pero también de amor, que tiene mucho que decir y muchas letras que cantar, que tiene muchos conciertos por abrir y muchos corazones que tocar.
