Por primera vez en 45 años, Policarpa espera votar en paz

Por: Natalia Cabrera Jiménez - Radio Nacional Nariño

Ese es el sueño que tienen los policarpenses en el noroccidente del departamento de Nariño, el de vivir por primera vez en 45 años de fundación, una jornada electoral que no esté permeada por la violencia y la presión de los violentos.

Eduardo Zúñiga, perteneciente a la Academia de Historia Nariñense explica cómo los armados ilegales usaban este mismo municipio para ocultar los cultivos ilícitos e inclusive como sitio de descanso. “El único lugar donde hubo un refugio de esclavizados, es decir, un Palenque, fue precisamente en lo que hoy es la cordillera la zona rural de Policarpa, - ¿Por qué se ubicaban ahí los afros que huían de sus amos? - porque ese era un terreno casi que inexpugnable”, expone.

En el marco de la contienda electoral, este exgobernador de Nariño y antropólogo asegura que Policarpa siempre ha estado entre los tres primeros municipios con mayor violencia después de Tumaco e Ipiales.

En época electoral los titulares de la prensa estaban enfocados en reseñar los ataques que los guerrilleros de las Farc cometían en ese tiempo para presionar a las personas a que votaran por tal o cual candidato.

Por ejemplo, en su publicación del 25 de octubre de 2015 el periódico Diario del Sur reseña: “cómo las más violentas de los últimos tiempos, han sido calificadas por las autoridades las campañas políticas en el departamento de Nariño y las cuales han estado teñidas de sangre y muerte.”

Más adelante el diario regional señala que el 12 de octubre (de ese mismo año), “Los habitantes del municipio de Policarpa se vieron sorprendidos, luego de que se enteraran que la candidata a la Alcaldía, Sonia Zoraida Cifuentes Melo, fue víctima de un atentado. Seis disparos hicieron blanco en el vehículo blindado, cuando se movilizaba por la vereda Betania, distante a 40 minutos del casco urbano de Policarpa”.

Policarpa en el mapa de riesgo electoral

En el Análisis de Dinámicas de Riesgos Electorales del Departamento de Nariño, la Misión de Observación Electoral (MOE) documenta que en general en el sur del país el riesgo antes del proceso de paz es del 75 por ciento. “Todo ello evidencia que Nariño es un departamento en riesgo alto”, sostiene la entidad.

Nariño siempre está en alerta por riesgos electorales, y Policarpa estuvo en rojo por 20 años consecutivos, debido a los hechos violentos que históricamente han rodeado al municipio. En el informe dado por la MOE en los años 2011 – 2015 se indicaba el “riesgo por acciones unilaterales de las Farc, riesgo por presencia de Farc, riesgo por desplazamiento forzado y riesgo por desplazamiento masivo”.

Hoy nuevamente la MOE pone a Policarpa dentro del mapa, pero ya no con riesgo extremo sino de nivel alto. Esa clasificación está enfocada en riesgos de fraude y violencia; cambió de color rojo a naranja y esto significa que, aunque la violencia generada por otros actores armados sigue siendo un factor que preocupa, se espera que la incidencia directa no sea tanta como cuando las Farc eran guerrilla.

Habitantes no ejercían el derecho al voto libre

Esto es corroborado en la práctica por los habitantes del corregimiento de El Ejido. “Cuando se trataba de elegir a los líderes, las Farc llegaba a las mesas de votación y nos quemaba la votación toda desde que era para Congreso, Senado o Cámara. Nunca se podía sacar una votación de por acá; porque todo el mundo salía a votar, pero a las 6 de la tarde le prendan fuego y quemaban todo”, cuenta Jesús Alberto Ramos.

Y dos años después el miedo y la zozobra cobraban vida nuevamente para los policarpenses pues “cuando era para elegir alcalde, gobernador y Concejo, algunas veces nos dejaron cuando ellos (la guerrilla de las Farc) estaban de acuerdo con quienes iban a ser los elegidos, pero cuando no estaban de acuerdo nos suspendían las elecciones y prendían fuego a la votación.”

Jesús asegura que hace 45 años no se ve reflejada la democracia en su corregimiento y los esfuerzos que hacía la comunidad para salir a votar no servían: “Eso a uno lo dejaba aburrido, porque uno sacando a la familia de por allá del campo, para poder elegir a los gobernantes que creía uno que lo iban a sacar de la pobreza cuando todo quedaba en cenizas, era duro”

Claudia Cabrera es una de las mujeres más influyentes en el departamento de Nariño, porque ha recibido reconocimiento de su trabajo a favor de la paz. Representó a las alcaldesas de Colombia a nivel internacional y el Congreso de la República le otorgó la Gran Cruz de Orden al mérito de la Comunicación Social Iberoamericana Antonio Nariño. En su memoria están presentes las tomas guerrilleras de las que fue testigo desde niña y sobre todo cuando de adulta tuvo que enfrentar la crudeza de los guerrilleros en el día de la democracia.

“En 2004 recuerdo que ellos quemaban todo, incluso a mí me quitaron la papelería, en esa ocasión llegó alias Japonés, estábamos en la caseta comunal y a las 8 de la mañana, cuando arrancan las elecciones me dice: “me voy a llevar todo” y yo le dije que nos dejen hacer el ejercicio de la democracia y volvieron a las 4 pm, yo estaba de espaldas, acababa de firmar el E14, doble el documento entre mi ropa y me lo llevé para la cabecera municipal… él quemó el resto. Así era como actuaban las Farc en el Bajo Patía”.

Elecciones después del proceso de paz con Las Farc

Jesús Ramos dice que los campesinos están esperanzados en que nunca más les vuelvan a quemar sus votos. “En este momento las cosas han cambiado totalmente, los grupos más bravos que nos presionaban eran las Farc, y ahora están por fuera, nosotros estamos preparados ya para ese voto, la gente va a salir y va a votar y yo sé que las cosas van a salir de otra manera... y eso nos va a servir bastante para que el estado vea que acá hay bastante personaje en el campo y nos den cualquier ayuda”.

Por su parte, Claudia Cabrera ahora alcaldesa del municipio ha trabajado junto con el Ejército y la Policía para generar confianza en la democracia entre sus coterráneos pero aunque reconoce que el ambiente está más tranquilo reconoce que los campesinos no tienen la certeza de vivir en paz la jornada electoral. “Porque sabemos que hay presencia de grupos al margen de la ley esto también va a dificultar muchísimo sobre todo en la movilidad porque la gente para votar debe tomar los caminos que son usados para el narcotráfico”.

La mandataria dice que es un momento histórico para su municipio, el 11 de marzo se convierten en las primeras elecciones sin violencia, por lo que ha trabajado en empoderar a su comunidad. “El llamado que le hemos hecho a la comunidad es que salgan masivamente a votar, conservar la calma y esperamos que se desarrollen en feliz término las elecciones del próximo 11 de marzo”.

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