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¿Qué pasó con los subsidios de la ola invernal en Santander?

Por: Angélica Blanco Ríos. Radio Nacional de Colombia Santander. La noche del lunes 7 de mayo del 2018 se volvió un dolor de cabeza para los habitantes de 15 casas, de las 60 existentes en la Corcova (kilómetro 22 en la vía que de Bucaramanga conduce a Cúcuta).

Por: Angélica Blanco Ríos. Radio Nacional de Colombia Santander.

La noche del lunes 7 de mayo del 2018 se volvió un dolor de cabeza para los habitantes de 15 casas, de las 60 existentes en la Corcova (kilómetro 22 en la vía que de Bucaramanga conduce a Cúcuta).

Allí, según Moisés Guarín, director de la Concesión Autovía Bucaramanga Pamplona, de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI); cayeron 1.600 metros cúbicos de tierra, es decir 214 volquetadas de material a causa de la pasada ola invernal que se registró en Santander. Razón por la que 15 familias que corrían un riesgo mayor fueron reubicadas y a la fecha no les han cumplido con los subsidios de arriendo que les prometieron.

“Han tenido que pedir prestado, están endeudados y ya no saben qué hacer. Algunos están retornando a los lugares que aún están en riesgo porque los echaron de donde estaban al no tener dinero para pagar”, cuenta Zenaida Eliza Balbuena Contreras, veedora del municipio de Tona.

Sus hogares estaban ubicados al borde del abismo “y no les quedó más que aceptar el mercado que les dieron como ayudas humanitarias y las colchonetas en las que durmieron por varias noches en la inspección de Policía, donde vecinos o en una capilla. Pero después les tocó buscar habitaciones para tener un lugar donde vivir hasta la fecha”, dice la veedora, que además es madre de una de las damnificadas y abuela de cinco niños que han dormido desde entonces en una casa que no es la suya.

Zenaida asegura que estas promesas las hicieron autoridades departamentales y locales a quienes por años vivieron en esta zona donde tres personas perdieron la vida y cerca de 400 quedaron atrapadas junto a cientos de carros por cerca de dos días.

Una de las víctimas fatales fue Diego Amorocho Sandoval, trabajador de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) “es demasiado triste ver que sus familiares, que son habitantes del caserío, están hoy pidiendo unos subsidios de arriendo después de lo que les tocó vivir”, explica.

De acuerdo con Balbuena Contreras en cada reunión la Alcaldía y personería de Tona, les anunció futuros subsidios de $350 mil, que pasaron a ser de $300 mil y después de $250, “y para nadie es un secreto que eso no vale ni una habitación, pero peor es nada y todo se quedó en veremos”.

Sin embargo, Carmen Ramírez, alcaldesa municipal, detalló que el dinero no fue compromiso de la administración, sino de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGR), porque la administración no tiene presupuesto para atender este tipo de emergencias.

“Nosotros recordamos que en su momento Iván Márquez, cuando fue director de la UNGRD, aseguró que sí era viable el subsidio. Además, nos dijeron que se requiere de un estudio de suelos ante la ANI para saber si las familias pueden seguir viviendo en el sector”, dice la mandataria.

Desde la ANI, Moisés Guarín asegura que la concesión se encarga solo de controlar y mantener la estabilidad de la vía hasta el alcance que da los contratos, por lo que los estudios de suelos lo hacen las alcaldías y aún no los han solicitado.

Para el funcionario lo ideal es que hagan una mesa de trabajo con la alcaldesa y Gestión de Riesgo de Desastres departamental con el propósito de revisar con detalle el tema y así ayudar a las familias, “pues no somos ajenos a que esta comunidad pueda verse afectada en la futura ola invernal y allí vamos a estar durante 25 años más, así que esto es responsabilidad de parte y parte”, concluye el vocero de la ANI.

Por ahora, Guarín hace un llamado a la comunidad a la paciencia y a las autoridades a la unidad. Los habitantes por su parte piden que se reúnan con ellos y hagan un acuerdo para definir cuándo van a iniciar a cancelarles los subsidios que prometieron y que están esperando hace cerca de cinco meses.

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