Campesinos nariñenses le cantan a la tierra, la cultura y la tradición

Requintos, guitarras, maracas, bombos y güiros hicieron cantar y bailar a los ipialeños en el primer Concurso de Música Campesina “Canta el Sur”. Un evento que exaltó el valor de los nariñenses de la exprovincia de Obando, quienes además de aportar a la economía del departamento con la producción agrícola, también cultivan la cultura con las mejores expresiones artísticas y musicales. Ellos dejaron ver en los escenarios el talento de una raza pujante que le canta a la tierra.

A sus 76 años de edad, don Hermógenes Chapuel, aún recuerda su infancia, esa donde su padre le enseñó a tocar los instrumentos musicales con los que en la actualidad acompaña las celebraciones familiares y las fiestas tradicionales de su natal Córdoba.

“Yo seguí el ejemplo de mi padre y en lugar de estar en otras actividades, compartíamos con los tres hijos el gusto por la música”, Hermógenes Chapuel.
Para el alcalde de Ipiales, Ricardo Romero, exaltar la música campesina, sus valores y sensibilidad, era una deuda histórica que se tenía con este sector poblacional. Además, sirvió para que la gente de la ciudad conociera y comprendiera la cotidianidad de quienes en lo profundo de las montañas, veredas y corregimientos labran la tierra y cultivan los alimentos que las ciudades consumen.

“Estas expresiones artísticas no hacen sino obligar a todos a volver la mirada al campo, a entender que allí tenemos unos valores inmensos. Ha sido extraordinario poder escuchar nuestra música y sus interpretaciones”, Ricardo Romero.

Fueron dos las agrupaciones que se llevaron el premio, ‘Diros Ban’ en la categoría Ipiales y ‘Guasparranderos’ del municipio de Funes, en la categoría exprovincia de Obando, pero todas ganadoras en su género, pues dejaron en el escenario y en el corazón del público asistente, una pequeña muestra de lo que significa ser campesino, ser nariñense ¡Que viva la música campesina!