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¿Por qué el PIB de Nariño es uno de los más bajos del país?

El ingreso per cápita de un nariñense es la mitad o tercera parte del poder adquisitivo que tiene un valluno o un bogotano.

Por: Diego Burgos - Radio Nacional Nariño

En el último informe que el Dane publicó sobre el aporte de las regiones al Producto Interno Bruto, Nariño nuevamente no visualiza un crecimiento económico, lo que refleja que aún no es competitivo en comparación a otras regiones.

Según el Departamento, Nariño ha tenido un crecimiento en los dos últimos años del 0.8% aportándole tan solo el 1.8% al Producto Interno Bruto del país, por debajo de Cauca y por encima de Putumayo que son las regiones limítrofes.

Para la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), el atraso del departamento también se evidencia en el PIB per cápita de un nariñense, el cual en comparación al de otro colombiano es la mitad o en ocasiones la tercera parte, esto si se compara con el de un antioqueño o valluno.

Para el sector intergremial esto genera un notable atraso en el desarrollo económico de la región, ocasionando menos oportunidades de empleabilidad y disminuyendo la posibilidad de que el sector industrial se reactive.

Pero, ¿por qué este bajo crecimiento?, según el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pasto, Arturo Fidel Díaz, Nariño ha tenido que vivir varias limitaciones que datan desde los años setenta, cuando se construyó la Carretera Panamericana la cual quedó inconclusa.

El sector agrícola en Nariño es el primer renglón económico de la región, sin embargo, la falta de industria no permite que los productos sean transformados y salgan hacia el interior del país. Foto: Diego Burgos

El no aprovechamiento al acceso que se tiene al océano Pacífico por Tumaco, donde no hay un puerto para comercializar productos y la no utilización de la frontera hacia el sur del continente.

El dirigente gremial añadió que otra de las falencias que tiene el departamento es que solo hasta los años noventa pudo acceder a la red de alto voltaje nacional de 360 kilovoltios.

“Estos factores no han permitido que el departamento se desarrolle como debería, a pesar de la extensión de su territorio, las fortalezas agrícolas, marítimas y la fertilidad de sus tierras”, señala Díaz.

Otra perspectiva se tiene desde Ipiales, el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de ese municipio, Harold Delgado Guerrero, manifestó que el atraso del departamento se debe a la falta de cobertura educativa y de salud.

A esto se suma que siendo una región fronteriza carece de una ley que le permita tanto al inversionista extranjero como nacional, tener alivios tributarios, para que pueda invertir en la generación de agroindustria, en sectores como la leche y la papa.

El director ejecutivo de Acopi en Nariño, Andrés Rojas, explica que otra de las limitantes que tiene el departamento para ser competitivo es la falta de una estabilidad jurídica, para que las empresas que se asientan en el territorio y hagan inversiones sean retribuidas en el tiempo.

“Si el departamento contara con zonas definidas para la industria y vías acordes para fomentar el desarrollo, las empresas que negocian con Ecuador podrían instalarse en esta región y hacer directamente el tránsito hacia el vecino país”, puntualiza Rojas.

“Ecuador es el tercer socio comercial del país y de los más de 7 mil millones de dólares que se comercializan anualmente en la frontera, el 90% pasan por carretera. Y de este porcentaje de exportaciones, Nariño ni siquiera participa con el 3 o 4 por ciento, evidenciando que el departamento no cuenta con la logística para adquirir riqueza comercial”, agrega Rojas.

¿Qué pasó con la industria?

En los primeros 30 años del siglo XX en Nariño hubo manifestaciones industriales muy importantes como las fábricas de paños, licores, máquinas y herramientas.

Se presentó el auge de la madera, procesos agroindustriales en la Costa Pacífica con el arroz, coco, camarón en confinamiento, frutales y flores.

Esta bonanza se fue perdiendo en la medida que los costos del transporte para los productos ya terminados, que se enviaban al interior del país, eran demasiado altos.

Según Arturo Fidel Díaz director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pasto, el sentido racional de las empresas inversionistas es ubicarse donde están los menores costos y las vías que tenía el departamento, y las que actualmente posee, no son las más idóneas para transportar.

Esta realidad se ve reflejada en Ipiales, la segunda ciudad más importante de Nariño ubicada en la frontera con Ecuador, donde se carece de unidades productivas industrializadas y lo que se encuentra son pequeñas empresas, de las cuales, el 60% se ubican en la informalidad por no contar con un registro de industria y comercio, según indicó Delgado Guerrero, presidente de la Cámara de Comercio de Ipiales.

Andrés Mauricio Rojas dio a conocer que la última de las industrias que dejó el departamento para iniciar su producción en el Valle del Cauca, fue la de productos Osa, su principal razón fue la mala prestación de los servicios públicos y la falta de una zona industrial que cuente con la infraestructura necesaria.

¿Qué pasa con el aeropuerto?

El aeropuerto Antonio Nariño ubicado en el municipio de Chachagüí y que presta sus servicios a Pasto, fue inaugurado en 1953 y en 1970 tuvo su primera ampliación.

Para el Comité Intergremial, las obras que se iniciaron hace tres años cuando se adjudicó la remodelación de la infraestructura del aeropuerto, podrían ser una solución al retraso que tiene la región. Sin embargo, la realidad que se vive es diferente a las expectativas que se tenían.

Actualmente las obras se encuentran paralizadas. Según la Cámara de Comercio de Pasto, la adecuación del aeropuerto ha generado la mayor inversión por metro cuadrado, se estima que se tiene un sobrecosto de 33 mil millones de pesos.

Desde hace dos años que iniciaron las obras de ampliación del aeropuerto Antonio Nariño se han invertido 33 mil millones de pesos y hasta la fecha aún no se conoce con certeza cuándo se entregará la obra. Foto: Diego Burgos.

“Las obras quedarán inconclusas, solo se entregará la infraestructura de la remodelación y lo que tiene que ver con el mobiliario interno y la demolición de la vieja terminal quedará en veremos”, asegura Eugenia Zarama, presidenta ejecutiva de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en Nariño.

La dirigente precisó que la razón que lleva a que se presente este inconveniente se debe a los cambios de director de la Aeronáutica Civil, ya que considera que no hubo un acompañamiento a las obras ni se aseguraron los recursos.

“Preocupa que el departamento tenía asegurados 10 mil millones de pesos para adecuación de la pista los cuales se perdieron, por lo que se hace un llamado a la Aeronáutica para que sean más responsables con el departamento”, asegura Zarama.

Se hizo la solicitud desde el Comité Intergremial para que se utilice el Aeropuerto del municipio de Ipiales, que tuvo una ampliación de pista y la necesidad de adecuar el terminal aéreo de Tumaco para que puedan ingresar aviones de mercancía.

¿Quiénes son los responsables?

“El atraso económico del departamento también es responsabilidad de los líderes políticos de turno, porque los dirigentes que han tenido la oportunidad de representar a Nariño no han trabajado como bancada a favor de la región, por lo contrario, se han dedicado a defender sus causas electorales para buscar una reelección”, manifiesta Arturo Fidel Díaz, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pasto.

Para el director ejecutivo de Acopi, Andrés Rojas, la centralización de inversión por parte del Gobierno Nacional hacia el norte y centro del país, como también la falta de ideas claras por parte de los gobernantes para generar impacto, son causas de este atraso.

“Hasta la fecha no hay una política clara de lo que puede ser la consolidación de un parque industrial. No hay iniciativas serias de desarrollo, existen programas que se implementan en cada administración y que no tienen una continuidad”, indicó Rojas.

¿Qué hay que hacer?

El presidente de la Cámara de Comercio de Pasto, Arturo Fidel Díaz, sugirió que lo primero para ir erradicando este problema es eliminar la brecha que existe entre el sur y el centro del país, generando nuevas vías que comuniquen a Nariño de manera fácil con el principal mercado como es Cundinamarca y Bogotá.

Construir la carretera por el departamento de Putumayo porque los transportadores se ahorrarían en tiempo hasta la capital del país aproximadamente unas 10 horas, además de los costos de operación. También, mejorar la vía que de Pasto conduce a Popayán y Cali, lo que permitiría que los empresarios ubiquen sus negocios en esta zona, aprovechando la frontera con Ecuador.

A esto se le suma contar con un aeropuerto con mejores condiciones, que no tenga el inconveniente de permanecer cerrado varios días a la semana.

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