¿Qué impacto tuvo el voto en blanco en segunda vuelta?

Por: Ángel Batista

Después de que grandes líderes políticos como Sergio Fajardo, Humberto de la Calle, Juanita Goebertus o Jorge Enrique Robledo, anunciaran su intención de apoyar el voto en blanco en esta segunda vuelta, se creó una enorme expectativa en torno a los resultados que esta opción política obtendría en la elección presidencial.

Al hacer una comparativa de las encuestas publicadas días antes de la votación, en las urnas el voto en blanco era determinante, como en la de la firma Cifras y Conceptos, donde figuraba con un 18,3 por ciento, mientras en los pronósticos de la firma Invamer figuraba con un porcentaje mucho menor con un 5,5 por ciento.

Con este panorama de incertidumbre respecto a lo que pasaría con el voto en blanco, el presidente electo, Iván Duque, logró 10.373.080 votos que representaron el 53,98% del total de sufragantes, Gustavo Petro obtuvo 8.034.189 que simbolizaron el 41,81 por ciento de los votantes y el voto en blanco, por su parte, consiguió el 4,2 por ciento, es decir, 808.368 votos que, desde que existe el formato de las dos vueltas presidenciales en 1994, es la mayor cantidad de votos que ha recibido esta opción política.

En comparación a los resultados de primera vuelta, donde el voto en blanco aparecía dos veces en el tarjetón (en su figura oficial y como opción por el Partido de Reinvindicación Étnica), los más de 800.000 votos son más del doble de los obtenidos el 27 de mayo.

En esa oportunidad, el voto en blanco oficial sacó el 1,76 por ciento de los resultados con 341.087 sufragios, mientras que los promotores del voto en blanco obtuvieron 60.312 votos que representaba el 0,31% del total.

Respecto a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2014, porcentualmente el resultado es similar, pues en ese ejercicio electoral el voto en blanco alcanzó el 4,03 por ciento. Sin embargo, en esa ocasión obtuvo 619.396 votos, es decir, 188.972 votos menos que en esta oportunidad.

Esto se debe a que en la segunda vuelta de 2014 el porcentaje de participación fue del 48 por ciento del total del censo electoral, mientras que en la segunda vuelta de este año, fue del 53,04por ciento. Sin embargo, cabe aclarar que el mayor porcentaje del voto en blanco, desde que existe el formato de dos vueltas, se obtuvo en la primera vuelta de 2014 cuando consiguió el 5,9% de los votos.

Al analizar de manera local, en esta segunda vuelta, los municipios de Segovia (8,86 por ciento), Remedios (8,44 por ciento), Ituango (8,30 por ciento), Caldas (8,07 por ciento) en Antioquia y Cacahual (8,69 por ciento) en Guanía, fueron los que presentaron el porcentaje más alto de votos en blanco.

En el exterior, a pesar de que la proporción de votos en blanco fue inferior al obtenido en Colombia, con un 3,22 por ciento que representaron 8.340 votos, llama la atención que en los consulados de Belice (17,39 por ciento), Indonesia (17,14 por ciento), Ghana (14,28 por ciento), Luxemburgo (14,06 por ciento), Trinidad y Tobago (12,98 por ciento), Egipto (12,82 por ciento), Singapur (12,5 por ciento), India (12,5 por ciento), Irlanda (9,9 por ciento), China (9,17 por ciento) y Tailandia (9,09 por ciento) los porcentajes de votos en blanco fueron ampliamente superiores al promedio nacional.

Con este aumento comparativo del voto en blanco, se puede evidenciar que en este ejercicio electoral muchos ciudadanos vieron en esta opción política una forma de enviarle un mensaje de inconformidad a los candidatos, sus propuestas y sus formas de hacer campaña. Y a pesar de no tener efectos jurídicos para esta segunda vuelta, el voto en blanco simbolizó a los que no veían en ninguna de las dos opciones a un buen mandatario presidencial.