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Estos son los consejos de Puerto Candelaria para las nuevas bandas

Juancho Valencia, director musical y pianista de la banda, conversó con Radio Nacional sobre los retos de las agrupaciones emergentes.

Por: Pablo Trujillo G.

A propósito de la Noche Radio Nacional –un concierto que el 8 de diciembre reunirá a diferentes artistas en La Ceja, Antioquia, como celebración de nuestro pueblo– conversamos con el líder de una agrupación que ocupa un importante lugar no solo dentro de este cartel, sino dentro de todo el territorio nacional. Puerto Candelaria, un proyecto que está cerca de cumplir dos décadas de trayectoria y que desde el año 2000 ha innovado los sonidos tradicionales de nuestro país, haciéndolos accesibles a los públicos jóvenes y alcanzando con ellos los escenarios más prestigiosos de Colombia y el mundo.

Juancho Valencia, director musical y pianista de la banda, conversó con Radio Nacional sobre la industria musical y los nuevos retos que deben afrontar las bandas emergentes. Estos son sus consejos para quienes quieren aventurarse en el actual mundo de la música:

¿Cuáles son los principales retos de una banda en la era digital?

En la era digital existe lo que llaman la ‘democratización del arte’, lo que significa una verdadera avalancha de información sin filtros por parte de artistas y no-artistas, y a eso se le adiciona que el alcance de la información depende de cuánto dinero se le inyecte en publicidad; ingenuamente creíamos que en lo digital íbamos a poder mostrar nuestra música con mayor facilidad, pero por el contrario ahora es mucho más difícil ser visibles en medio de este océano de información residual.

El gran reto ahora consiste en conseguir esa visibilidad a través de las plataformas digitales y las redes sociales, teniendo en cuenta que es más difícil vender proyectos que no son deliberadamente comerciales o no le apuntan a un público masivo.

¿Qué ha cambiado en la industria musical desde que ustedes arrancaron y cómo adaptarse a lo nuevo?

El mundo de la música ha cambiado en los últimos 18 años de una manera tan acelerada que Puerto Candelaria ya ha pasado por tres formatos de difusión diferentes. Nuestros primeros álbumes fueron CD’s, luego vendimos nuestras canciones a un dólar en internet, y ahora abordamos el mundo del ‘streaming’ (Spotify, Deezer, AppleMusic, entre otros). La manera en la que se consume la música grabada ha mutado mucho y a nosotros nos ha tocado adaptarnos.

Estamos viviendo un momento de la privatización de la información en las redes sociales, donde encontramos muchos “castigos” a tus publicaciones si no son pautadas, y cada vez más tenemos que generar contenido rápido y poco profundo. Es un panorama difícil para propuestas de un desarrollo estético más complejo como la nuestra.

¿Qué debe tener en cuenta una banda a la hora de hablar de su proyecto?

Mi recomendación es lograr sintetizar lo que significa el proyecto musical en un solo párrafo, y apropiárselo al punto de poder explicárselo a tu tía o al vigilante de tu edificio y que ellos puedan entenderlo sin problema. También recomiendo que sepas a qué contexto social y político está ligada tu propuesta musical, porque las bandas siempre le “hablan” a un sector sociopolítico específico, y tenerlo claro es útil porque puede explotarse a la hora de buscar audiencias.

¿Qué es más importante hoy en día, el disco o el show en vivo?

Desde los inicios de la música, hace más de 14 mil años, lo más importante fue y sigue siendo el concierto, el show en vivo. Es el lugar de conexión de la banda con las personas en la realidad, y además significa el principal momento para recaudar económicamente los beneficios de una agrupación. Esto es imposible replicarlo con otros mecanismos virtuales, por más realistas que estos sean. El instante esencial del significado de la música es cuando alguien se para con una guitarra frente a su público.

¿Qué le diría a una nueva banda que quiere girar por fuera de Colombia?

Viajar por el mundo es el sueño más antiguo de los músicos y lo que más los motiva a construir. Mi consejo es saber que fuera del país la competencia es el mundo, y el nivel en el mundo es altísimo. La diversidad musical de Colombia es muy poderosa, pero con eso no basta para competir con otros países igual de diversos y a veces más desarrollados a nivel de tecnología y tecnicismos.

Cuando sales, tienes que tener un proyecto muy original que llame la atención en mercados lejanos. Tienes que sonar muy bien, y eso no es un concepto relativo ni subjetivo. Sonar bien es sonar afinado, ensamblado y conectado musicalmente. Por último, hay que estar organizado en las labores más ejecutivas de esta industria: la puntualidad y el orden tienen que ir a la par con lo artístico para poder competir con los estándares internacionales.

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