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Las radios mineras de Bolivia, presentes en la Bienal Internacional de Radio

Hablamos con César Rojas sobre el papel de la radio en la sociedad y el significado de las populares radios mineras de Bolivia.

Por: Juan Ricardo Pulido.

A finales del milenio empezaron a aparecer nuevos dispositivos de reproducción musical que, a diferencia de los ya existentes, permitían horas enteras de música con un solo aparato. Para muchos, el inicio del declive de la radio.

Sin embargo, arrancó el nuevo milenio, y esto pareciera no haber afectado al “teatro de la imaginación”.

De acuerdo con la firma Kanter Ibope, especializada en investigación de medios de comunicación en América Latina; en Colombia el 87% de las personas que escuchan radio, aún lo hacen a través de las frecuencias en el dial.

En un mundo en gran medida globalizado, la radio continúa traspasando fronteras. Existen en el planeta entero más de 44.000 emisoras de radio. De acuerdo con el Informe de “Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo” realizado en el año 2012 por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO; en países en vía de desarrollo, cerca del 75% de los hogares tienen acceso a la radio.

Por otro lado, Latinoamérica cuenta con cerca de 10.000 radios comunitarias. Perú ocupando el primer lugar, en seguida se ubican; Ecuador, Bolivia y Brasil. Conforme a estudios recientes de la UNESCO, solamente en Brasil, existen más de 10.000 emisoras comunitarias a la espera de licencias.

Incluso la tecnología ha tenido una incidencia positiva en el consumo de radio. En los últimos dos años, de acuerdo con cifras del Estudio General de Medios (EGM), los dispositivos móviles se han convertido en nueva alternativo para los oyentes, pasando de registrar 10,4% en el tercer trimestre de 2012 a 12,9% en el tercer trimestre de 2015.

Bajo este panorama, se hace menester unir esfuerzos y fortalecer los espacios de escucha en torno a la radio.

A partir del próximo 24 de julio, Bogotá será sede de uno de los encuentros mundiales más importantes en torno a la radio. La capital de Colombia será por vez primera sede de la XII Bienal Internacional de Radio.

A propósito de este importante encuentro y previo a su visita al país, la radio pública de Colombia conversó con César Rojas Ríos, comunicador social y sociólogo con doctorado en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid.

Hablamos con él sobre el papel de la radio en la sociedad y el significado de las populares radios mineras de Bolivia, su mirada frente a los medios alternativos y por supuesto, su expectativa frente al encuentro de radio internacional.

Foto: Ministerio de comunicaciones Bolivia.

¿Qué significa para usted la radio?

Una larga y sostenida conversación al interior de una sociedad, que permite forjarla como un tejido sin costuras.

¿Cuál es el estado actual de la radio en Bolivia y Latinoamérica?

En el caso boliviano, la radio no fue sustituida por la televisión, más bien conviven; y a diferencia de los pronósticos, ni siquiera dejó de ser mayoritaria, pues a pesar de la creciente urbanización, la radio sigue siendo el medio preferido por el público.

¿Cómo podría resumirse el fenómeno de las radios mineras en Bolivia?

Como histórico, en un doble sentido: en el periodo de las dictaduras, de resistencia, impugnación y crítica; en el periodo democrático, de paulatino debilitamiento y marginación, tanto cuantitativa como cualitativamente. De ser la voz de los mineros pasó a ser una voz más en la polifonía.

¿Qué papel jugó la radio en el desarrollo de la “Marcha por la vida” de los mineros bolivianos?

De inclaudicable resistencia a la implantación del modelo neoliberal en Bolivia. Frente al bombardeo mediático de los medios privados y estatales, las radios mineras levantaron una voz distinta y de alerta sobre las perversidades del neoliberalismo. Y, por supuesto, de acompañamiento de la marcha, en sus reivindicaciones y sus avatares cotidianos.

¿Cuál fue el mayor aporte de las radios mineras para Bolivia y Latinoamérica?

Mientras las radios privadas estaban “ciegas, sordas y mudas” frente a la realidad cotidiana de los mineros; las radios mineras tenían los ojos y los oídos muy abiertos a su realidad cotidiana pero también a sus sueños de emancipación, y levantaban su voz con la mayor potencia posible.

¿Bajo su criterio, qué tipo de formación debe tener un ciudadano para ejercer el oficio radial?

Depende, si quiere ser un radialista de baja intensidad, apenas tener un manejo técnico; pero si opta por ser un radialista de alta intensidad, debe poseer un conocimiento histórico, sociológico, económico y antropológico de su país y su pueblo. Y jamás pensar que la radio es una torre de cristal, sino, y en muchos momentos de la historia, el corazón desde donde se irriga información relevante y vital.

¿Cree usted qué en la actualidad, la radio mantiene su compromiso social?

Las radios y los radialistas, siguiendo el curso de los tiempos de globalización capitalista, cada vez están más comprometidos con la dictadura del raiting y el becerro de oro del lucro.

¿Qué papel juega la radio, y qué papel debería jugar, en los escenarios políticos de Latinoamérica?

Las crisis sociopolíticas de finales de la década de los 90 y principios del siglo XXI, muestran rutas y lecciones: la radio debe estar en la información más palpitante y efervescente socialmente. Allá donde se forjan los acontecimientos que reformatean un país en sus distintas dimensiones. No de espaldas, sino de cara a la realidad que se desembaraza de las coordenadas y del chaleco de fuerza de la “normalidad”.

¿Qué papel juega la radio, y qué papel debería jugar, en cuanto a la construcción y el fortalecimiento de la democracia en Latinoamérica?

Uno y grande: la tematización, es decir, airear los problemas sociales, pero también las alternativas de solución. Impulsar un debate donde los ciudadanos participen con los ojos abiertos.

¿Se están aprovechando los avances tecnológicos en aras de tener mayores posibilidades en cuanto a medios alternativos?

Necesitamos medios alternativos para evitar la monofonía de los medios privados, y también que sumen los avances tecnológicos para potenciar su voz plural. La radio, todas las radios, no pueden quedar rezagadas respecto de los avances tecnológicos, deben sumar precisamente porque deben seguir cumpliendo su función social.

¿En el caso colombiano, cree usted que la radio puede ser instrumento de cambio en medio del conflicto?

Puede desempeñar distintas funciones, pero la principal me parece que es ser un catalizador del debate público, permitir que en el intercambio de información y opiniones, y la introducción por parte de los radialistas de las “crueles interrogantes” que a veces moros y cristianos rehúyen, se haga el mayor conocimiento sobre el camino que debe seguir una sociedad. La radio es un sonido profundamente modulado por las ondas de luz sociales.

¿Qué podría potenciar el papel de la radio, como catalizador de la convivencia?

El compromiso con la palabra y que solamente allá donde la palabra es eficaz, la sociedad puede entonces bajar los puños y optar por ese “sacramento de delicada administración”.

¿Qué expectativas tiene frente a la Bienal Internacional de Radio?

Introducirme y hacerme partícipe, con la mayor humildad, de esa polifonía de voces que estarán presentes en la Bienal Internacional de Radio, que nos permita convertirnos en seres solidarios y comunicados.

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