Pasar al contenido principal
CERRAR

Alcaldía de Vetas pide a Minambiente autorizar la minería ancestral en Santurbán

Hay preocupación en Vetas por el proceso de delimitación del páramo que actualmente adelanta el MinAmbiente.

En el municipio más alto de Colombia, Vetas, ubicado en el corazón de Santurbán a 3.500 metros de altura sobre el nivel del mar (msnm), hay preocupación porque el proceso de delimitación del páramo que actualmente adelanta el Ministerio de Ambiente los podría dejar ‘congelados’.

Hernán Bautista, alcalde Vetas, aseguró que de mantenerse las delimitaciones preliminares que proponen que la línea de páramo se establezca por encima de las bocatomas del acueducto de Bucaramanga (a 2000 msnm, aproximadamente), “todo el municipio quedaría en zona protegida y sería la primera vez que esto ocurra en Colombia”.

El mandatario aseguró que lo anterior traería graves consecuencias sociales y económicas para los habitantes de este municipio, pues todas las actividades no relacionadas con la preservación del ecosistema quedarían prohibidas, porque “la ley de páramos establece nadie puede vivir en ellos”.

Bautista teme que los habitantes del municipio tengan que abandonar Vetas, y por eso, con una propuesta técnica está solicitando que el Gobierno Nacional libere de las restricciones a las 600 hectáreas que hoy tienen títulos mineros y en las que se practica esta actividad de manera artesanal.

“Vetas tiene 9600 hectáreas y pedimos que esas 600, que por derecho ancestral nos pertenecen, sean liberadas del área protegidas. Se debe tener en cuenta que en Santurbán habitan personas y no solo animales que se pueden trasladar de un potrero a otro”, puntualizó.

Santurbán, entre los retos del nuevo Ministro de Ambiente

Al nuevo ministerio de Ambiente, Carlos Correa, cartera a la que le corresponde liderar y avanzar en el proceso de delimitación del páramo de Santurbán, tendrá el reto de dirimir este conflicto ambiental.

Actualmente la delimitación del páramo está en un limbo jurídico, pues la línea trazada en 2014 fue derogada, y se ha retomado un nuevo proceso de consulta a las comunidades.

La ciudadanía en Santander está dividida frente al tema, porque de esa delimitación depende el futuro de los habitantes que viven en ese ecosistema hace siglos y de los habitantes que se surten de agua potable y nace de las montañas de ese territorio.

ETIQUETAS