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Autoridades dicen haber identificado a tercer sospechoso de masacre en Cali

El hombre fue identificado como Gabriel Alejandro Bejarano, quien tendría casa por cárcel.

Después de la captura este jueves de dos supuestos vigilantes del cañaduzal, hoy las autoridades informaron sobre un tercer sospechoso de la masacre de cinco menores de edad en el barrio Llano Verde, al occidente de Cali, ocurrida hace 19 días. El hombre fue identificado como Gabriel Alejandro Bejarano.

La Policía de Cali ofreció una recompensa de hasta 20 millones de pesos por información que dé con la captura de este hombre que tendría casa por cárcel, por el que ya se realizan operativos de búsqueda.

Así lo anunció el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Carlos Alberto Rojas. Y según la Fiscalía, Bejarano “ha incumplido al menos dos veces su detención domiciliaria: una, el día en el que se perpetró el crimen, y de nuevo ahora que fuimos a buscarlo”.

De acuerdo con las autoridades, estas identificaciones se habrían dado con declaraciones de familiares de las víctimas: Álvaro José Caicedo, de 14 años; Jair Cortés, Léider Cárdenas y Luis Fernando Montaño, de 15 años; y Jósmar Jean Paul Cruz, de 16 años.

Mientras, hoy los otros dos capturados, Juan Carlos Loaiza Ocampo y Yefferson Marcial Angulo Quiñónez, tendrán la audiencia de imputación de cargos. Los hombres fueron presentados por la Fiscalía como vigilante del cañaduzal donde encontraron los cuerpos de los niños, y otro como obrero que manejaba la maquinaria pesada de los cultivos.

Sin embargo, en la audiencia de legalización de captura, los hombres negaron ser trabajadores del cañaduzal, y alegaron ser operarios de una constructora en Bucaramanga que hace labores de refuerzo en el jarillón del río Cauca. Así lo contó el abogado del padre del joven Álvaro Caicedo, Elmer Montaña, en entrevista con Blu Radio.

El fiscal del caso presentó a los capturados como coautores de la masacre, por la que las penas oscilarían entre 44 a 60 años de cárcel, que es la pena máxima, y que no habría rebaja de penas por tratarse del asesinato de menores de edad.

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