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Crisis en Hospital San Francisco de Asís de Chocó: EPS adeudan 20 mil millones de pesos

El tema de salubridad que generó polémicas imágenes de roedores y felinos al interior del centro médico continúa sin ser resuelto.

Con menos de 4 años de vida institucional, dos gerentes en propiedad, un gerente encargado y un agente interventor al frente del centro de salud, los pasivos de la Nueva ESE Hospital San Francisco de Asís en Quibdó, Chocó, ascienden a más 20 mil millones de pesos.

El pasado lunes, un grupo de por lo menos 30 empleados elevaron su voz de protesta a las afueras de la Gobernación, reclamando al mandatario Ariel Palacios Calderón el pago de honorarios de 2019, cuando la empresa social del estado estaba en manos regionales.

Así mismo, pedían acompañamiento para lograr que el agente interventor Camilo Eduardo Ramírez, en representación de la superintendencia de salud, cumpliese con la obligación del pago de salarios correspondiente a los meses de agosto, septiembre y octubre del presente año.

La protesta conllevó a una reunión entre los manifestantes y el gobernador, en la que, según relata Martha Cecilia Moreno Mena, miembro del sindicato de trabajadores, el mandatario “desconoció los acuerdos alcanzados”. “La responsabilidad del centro de salud y sus acreencias son responsabilidad del agente interventor”, agregó.

Por su parte, el agente interventor Ramírez aseguró que “la situación financiera y administrativa está ‘fregada’, coloquialmente hablando”, al referirse a los pasivos institucionales que superan los 20 mil millones de pesos, que se debe -según él- a “años de desorden institucional”.

A la protesta de médicos, personal de enfermería y área administrativa se suman los empleados tercerizados a través del outsourcing que ejecutan los servicios de aseo, lavandería, alimentación y recolección de residuos peligrosos, lo cual “pone en grave riesgo la prestación de los servicios del centro médico y apunta al colapso de la IPS”, dijo Ramírez.

“Son tres meses de salarios en los que los empleados hemos tenido que ingeniárnosla para llevar la alimentación a nuestros hogares”, dijeron los manifestantes, quienes decidieron encadenar la entrada general del centro de salud para impedir el ingreso de pacientes de atención no vital.

La protesta actual es la séptima en lo corrido del presente año. En febrero pasado, el personal médico especialista legó a un acuerdo con el entonces gerente del centro médico, Carlos Palacios, y el gobernador Palacios, para establecer un plan de pagos y la inyección de recursos, además de adelantar gestiones ante el Ministerio de Salud para lograr el pago de la deuda que las EPS mantiene con la ESE.

“Una situación caótica en materia administrativa llevó a la intervención del hospital y eso se refleja en la dificultad para cancelar salario y pagar proveedores”, dijo Ramírez. Hasta junio, cuando la Supersalud tomó las riendas del hospital, solo se habían cancelado salarios hasta el mes de enero.

El pasivo del hospital está en 20 mil millones de pesos y las cuentas por cobrar son de 14 mil millones, pero “realmente es una cartera con un descuido administrativo acumulado de más de tres años, que estoy seguro, una vez culmine la depuración, no alcanzará a cobrarse más de 4 mil o 5 mil millones de pesos, pues el hospital no posee los soportes administrativos de dicha deuda”, finalizó el agente interventor.

Hoy el personal médico especialista posee una deuda a favor por cerca de 1.950 millones de pesos, correspondiente a los meses de agosto, septiembre y octubre del presente año. A ello se suma el valor de la prestación de servicios del personal médico general, enfermería y demás áreas de la institución, que eleva el costo de operación a cerca de 1.800 millones de pesos mensuales.

La situación financiera no es el único punto que afecta a la Nueva ESE Hospital San Francisco de Asís. El tema de salubridad que generó polémicas imágenes de roedores y felinos al interior del centro médico continúa sin ser resuelto. A las afueras permanecen apostados al menos 10 puestos estacionarios de alimentos, los cuales fueron referenciados por la Secretaría de Salud Departamental como la fuente primaria que originó la presencia de los animales.

La humedad en diversas paredes del ala de urgencia, mobiliario oxidado y la falta de insumos hospitalarios hacen parte del panorama del único centro de salud de segundo nivel en Chocó, dispuesto para la atención de una población departamental que supera el medio millón de personas.

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