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Alerta por posible emergencia sanitaria en Bucaramanga

Por: Angélica Blanco. Radio Nacional de Colombia Santander.

Por: Angélica Blanco. Radio Nacional de Colombia Santander.

14 meses han pasado desde que los restos de una niña indígena de 11 años, que perteneció a la comunidad U´wa (y que vivió en Chitagá, Norte de Santander),reposan en el Hospital Universitario de Santander (HUS), lugar donde la morgue “la mayoría del tiempo está colmada de cuerpos que nadie reclama”, como lo relató Sigifredo Fonseca González, subgerente de servicios de apoyo diagnóstico del HUS, quien además dio detalles sobre cómo operan cuando las 10 cavas con las que cuenta este centro médico están llenas:

“Lamentablemente nos ha tocado colocar en una sola cava hasta 2 cadáveres. Sabemos que es algo desnaturalizado, pero es que cuando no hay dónde, nos vemos obligados. La verdad es que esto puede generar emergencia sanitaria por las bacterias que emanan de los cuerpos en descomposición o los olores ofensivos que se presentan, pero ya no sabemos qué hacer y las autoridades no nos dan soluciones”

Pero este lugar y este caso no son los únicos, aunque sí uno de los que más llaman la atención en la región.

A la fecha a la niña U´wa nadie la ha reclamado porque murió fuera de su comunidad y por un tema de cultura ya no pertenece a su pueblo y no puede ser sepultada por sus familiares, razón por la que en este centro asistencial han buscado, desde entonces, una ONG que se haga cargo de su entierro, como suelen hacerlo con “habitantes de calle, extranjeros o personas que no son de Bucaramanga y a quienes la póliza exequial municipal no les cubre, por no haber nacido en la ciudad”, detalló el funcionario.

Estos gastos sobrepasan el millón de pesos y “esta póliza cubre de manera gratuita para para niños, niñas y adolescentes con niveles 1 y 2 del Sisbén, que tienen puntajes entre 0 y 54,86, o para la población denominada habitante de calle que haya nacido en la capital de Santander y se evidencia que no tiene recursos para cubrir los gastos de la muerte” explicó Henry Andrés Sarmiento, subsecretario de Medio Ambiente municipal.

Según Carlos Antonio Murillo, director de la entidad en la Regional Nororiente de Medicina Legal, esta problemática, aparte de proliferar el nivel de infecciones “es la muestra de que Santander no está preparado para una eventualidad de grandes magnitudes como lo vivió Mocoa. Acá no estamos listos ni para un accidente en el que mueran más de 20 personas y a nosotros nunca nos incluyen dentro de las reuniones donde se tocan temas relacionados con planes de contingencia en caso de presentarse algún fenómeno natural o desastre".

“Una de las propuestas desde hace varios meses ha sido que acá se construya una morgue metropolitana, pues preocupa que a Bucaramanga llegan muertos de otros departamentos y municipios por la misma situación, como los del área metropolitana de la capital de Santander, que no cuentan con ninguna morgue”, informó el director.

Por ahora, desde el HUS están contemplando declarar emergencia sanitaria y solicitan que la administración municipal o departamental firme algún convenio con las funerarias que operan en esta zona del país, para que esta situación no se siga presentando, pues desde septiembre del 2017 han enviado más de ocho oficios a la secretaría de Salud departamental y “no recibimos respuesta alguna”, aseguró Fonseca González.

¿Qué ha pasado con las morgues en Santander?

“Antes todos los cementerios tenían morgues y las han venido tumbando para otras cosas. En algunos municipios los cementerios son administrados por la iglesia y ya no nos prestan las morgues para hacer las necropsias, lo que nos complica el trabajo y casi siempre los envían a la sede de Bucaramanga, donde no cabe un muerto más”, afirmó Carlos Antonio Murillo.

¿La ley qué determina?

El decreto 786 de 1990, del Ministerio de Salud Pública, determina que las necropsias se hacen en las morgues de los hospitales o clínicas y “ya casi ningún hospital tiene morgue. El único del área metropolitana es el Hospital Universitario. De resto las han tumbado”, explicó el director de la entidad en la Regional Nororiente de Medicina Legal.

¿Qué pasa con las muertes de venezolanos?

Según el jefe de este despacho se han aumentado significativamente. Del 2016 al 2017 se duplicaron y en el primer trimestre del 2018, “nos estamos acercando a las cifras del año pasado. En la región nororiente (Arauca, César, Norte de Santander) iban en el primer trimestre 60, que si lo comparamos con cifras de hace dos años donde fueron 37, ya casi se doblan y es muy complicado trabajar estos casos porque acá identificamos con huellas dactilares o registros dentales y como no tenemos ni lo uno, ni lo otro, todo se complica”.

Por ahora, según el HUS, Medicina Legal y las entidades relacionadas con salud en el departamento se están solicitando y trabajando soluciones.

“Al momento estamos adelantando una estrategia que apróximamente la lanzaremos para la comunidad, porque es preocupante y triste la falta de compromiso con familiares y conocidos, pues también radica en esto, cuando dejan a sus seres queridos tirados en una clínica, todo se vuelve más complejo. Necesitamos también sentido de pertenencia. En la ciudad de Bucaramanga vamos a entrar a una fase de construcción de bóvedas y adecuaciones para cualquier contingencia que se pueda presentar”, concluyó el subsecretario de Medio Ambiente de Bucaramanga.

“Aquí cuando tengamos un evento con más de 20 muertos, no estamos preparados por infraestructura para hacer los procedimientos de necropsias, lo que es preocupante y necesitamos soluciones”, indicó Carlos Antonio Murillo, director de la entidad en la Regional Nororiente de Medicina Legal.

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