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Emisoras comunitarias de Nariño, la lucha por permanecer

El medio ambiente, la paz y la convivencia son ejes fundamentales de los contenidos de estos espacios.

Por: Ingrid García - Radio Nacional Nariño

En Nariño existen dos organizaciones que agrupan emisoras comunitarias e indígenas; la primera se llama ‘Sindamanoy’, que es la Red de Emisoras Comunitarias y agrupa 35 afiliadas, y la segunda es ‘Rimcopi’, Red Intercultural de Medios de Comunicación de los Pueblos Indígenas del Departamento de Nariño, que agrupa 17 cadenas.

La primera dificultad que afrontan estos medios de comunicación es la legalidad. Según afirma Yofre Eraso, representante legal de la Red de Emisoras Comunitarias (Sindamanoy), la Ley 1341 de 2009 y la resolución 425 de 2010, que organiza y dicta los principios y reglamentos de la radiodifusión, contrario a ayudarlos, se ha convertido en el principal obstáculo, debido a la cantidad de requisitos y gastos generales que deben cumplir para su funcionamiento y mantenimiento.

Eraso señala que las administraciones municipales no se preocupan por vincular a estos medios de comunicación en los diferentes contenidos programáticos, y mucho menos, han invertido recursos para mantenerlas, aún a sabiendas que prestan un gran servicio en sus municipios.

“Nosotros hemos tenido que presentar propuestas a los municipios, para preguntarles qué tipo de programas podemos ofrecer de apoyo y beneficio para las comunidades. No hay por parte de las administraciones locales el propósito o deseo de hacernos sus aliados estratégicos”, asegura.

Por el contrario, han sido las comunidades las que han tenido que defender la permanencia de estos medios de comunicación en sus territorios. “Ellos respaldan, valoran, apoyan y hacen propias las emisoras comunitarias, siempre están prestos a realizar las tareas que sean necesarias para defenderlas y sostenerlas”, agrega el representante legal.

Pero las dificultades no paran allí, la llegada e implementación de nuevas herramientas tecnológicas, han obligado a las emisoras comunitarias a requerir cambios en materia de infraestructura y equipos, que no están en capacidad de solventar económicamente, afectando además el alcance y calidad de las mismas.

“Ahorita lo que más se requiere es la línea de internet de fibra óptica, con eso nosotros avanzaríamos significativamente en la prestación y optimización de nuestros servicios. Además, que el espectro pueda ser mejor repartido, para que cubra el mayor número de veredas. Tenemos casos particulares en la que tenemos 60 veredas, y el espectro solo cubre 42”, cuenta Yofre.

Por el lado de las emisoras indígenas, que representan los pueblos de los Pastos, Quillasingas, Ingas y Awá, los esfuerzos están concentrados en darle sentido y transmitir contenidos que identifiquen a las comunidades.

La tecnología ha sido importante porque les ha permitido estar a la vanguardia y hacer visibles las problemáticas de los pueblos indígenas.

“Una de las propuestas más importantes que tenemos en Rimcopi, es el programa ‘La Palabra que comunica’, que es directamente estar en la comunidad, en los territorios y avanzar en situaciones que se presentan en temas económicos, culturales, de autoridad, entre otros”, indica Miguel Posso, representante legal de Rimcopi.

Por su parte, los pueblos Pastos y Quillasingas se encuentran trabajando en una política pública diferencial, donde en conjunto con el Ministerio TIC buscan la categorización de las emisoras indígenas y otros espacios de reconocimiento.

Recordemos que el pasado 14 de mayo de 2018, la Fiscalía en conjunto con la Policía, adelantaron diligencias de allanamiento y registro a las sedes de cinco emisoras indígenas del pueblo Quillasinga en Pasto, por presentar inconsistencias en los documentos para su funcionamiento.

“Esperamos que el ministerio, a través de la Agencia Nacional del Espectro, vengan hasta el territorio, como fue la petición del pueblo Quillasinga, para presentarles algunas propuestas. Lo que yo tengo entendido hasta el momento, es que la Agencia ha manifestado que no hay canales de espectro para el pueblo Quillasinga asentado alrededor de Pasto”, dice Posso.

La vocación de las emisoras, tanto comunitarias como indígenas, ha sido siempre preservar el entorno físico y cultural, defender las causas sociales y generar espacios de convivencia.

Roger Vallejo, director de la emisora comunitaria Verde Estéreo, del municipio de Gualmatan, lleva 15 años prestando servicio, a los siete municipios del Páramo Paja Blanca.

“Empezamos con un tema muy ecológico, pero luego nos dimos cuenta que la participación ciudadana es la que prima, y es allí, cuando nos metimos en la parte cultural y social. Algo que me parece muy importante, es haber recuperado la música campesina en toda la región del sur de Nariño, que nos invita desde el mensaje del campesino, a cuidar nuestros recursos naturales”, explica.

Pese a las dificultades, las redes de emisoras Sindamanoy y Rimcopi, están firmemente posicionadas, por la pertinencia en los contenidos, que trata temas relevantes, de interés local y acorde con los gustos y necesidades específicos de cada municipio y región.

“Nosotros somos en cierta forma, la voz de aquellas personas que necesitan expresarse”, finaliza Yofre Eraso.

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