Orquídeas: joyas naturales que atesora Santander
Por: Ruth Johanna Gélvez
En Santander hay una serie de joyas que se camuflan en los troncos, al lado de las cosechas se les puede ver. Algunas desfilan por las altas montañas, aparecen y vuelven a esconderse en la neblina, las orquídeas son joyas para sus protectores, algunos son comerciantes, otros simplemente se han dejado cautivar por lo que su belleza y singularidad ha hecho.
Abelardo Garza es un agricultor, hijo de campesinos, hoy a sus 20 años habita en ‘La Reserva las Orquídeas’. "El nombre de la reserva es porque a mí me gusta protegerlas", dice. Luego de que me explica sobre este santuario para estas flores, me habla de ese encantamiento que han echado ellas sobre él. “Ellas me hablaban, empecé a los 13 años con el cultivo de orquídeas, veía esta mata que era tan curiosa y siempre se las llevaba a mi mamá, incluso soñaba con las orquídeas, para mi ellas son místicas”
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Abelardo confiesa que desde entonces, la bióloga y los expertos del Jardín botánico Eloy Valenzuela le preguntaban por estas mismas especies. Él, sin ningún conocimiento, les mostraba los espacios donde las encontraba, su entusiasmo y pasión por ellas lo hicieron integrante de La Asociación de Orquideología de Santander.
Luego de dar un paseo por el Jardín, de preguntar por todas las flores y conocer a jóvenes y adultos que trabajan por mantener a las orquídeas y enseñar a los habitantes de las zonas donde abundan esta flores, me llama la atención los niños de un colegio veredal, ellos saltan detrás de las mariposas para llevarlas al mariposario del Jardín.
Hablo con Pedro David Vargas, de la Institución Educativa Cantabara Manchadores del municipio de Curití. Le pregunto sobre el proyecto de educación que tienen en este municipio con los habitantes para cuidar estas especies.
“Venimos a presentar nuestro proyecto acá (…) Estamos trabajando por el medio ambiente cuidando estas especies, principalmente las Cattleya Mendelii, que están en peligro de extinguirse”. Me cuenta además que muchas personas desconocen la importancia de estas flores y las vendían, por eso desde el colegio trabajan para darlas a conocer a la comunidad y reproducirlas.
“Estamos en una tarea bonita y enriquecedora como es el de cuidar y conservar. Ya tenemos un orquideario, estudiamos y concienciamos a la comunidad, municipio, el departamento y al país sobre lo que es proteger lo que tenemos", comenta Adrián Hernández, profesor de ciencias naturales de la institución.
Cuenta el profesor que hay un lema que han estado difundiendo desde el colegio y en sus viajes: "Lo que es de aquí déjalo aquí, porque pertenece aquí". Con esta propuesta, la comunidad ha sido más consciente de no llevarse las flores, conservarlas en su hábitat y repoblar estas zonas con muchas especies.
Ocho años cumple la exposición de Orquídeas, desarrollada entre la Asociación de Orquideología de Santander y la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB). Esta muestra tiene un objetivo específico, mostrar a los ciudadanos de cerca las especies que crecen en la región y enseñar a los observadores a no pagar por tener este tipo de plantas cuando se han arrancado de sus zonas.
"Son plantas que hace miles de años nos han atraído", me explica Alicia Rojas, bióloga y curadora de las colecciones científicas del Jardín Botánico Eloy Valenzuela. "Tenemos alrededor del 12% de las orquídeas del país en Santander, la región tiene aproximadamente 600 especies descubiertas y confirmadas hasta el momento", explica.
De estas especies cerca de 100 plantas entre nativas, endémicas, exóticas e híbridos naturales han adornado la exposición.
La exposición termina, pero muchas personas, desde jóvenes estudiantes, investigadores, botánicos, biólogos o recolectores siguen con esta maravillosa labor, rescatar, cuidar y promover una cultura que permita mantener con vida estas joyas naturales, las orquídeas.
