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El arte de pintar con la boca los paisajes de la isla

Si alguien en San Andrés sabe cómo sortear las limitaciones, esa es Lucy Chow, una mujer raizal que se sobrepuso a la paralasis de sus extremidades con la que nació.

Por: Vilma Jay López.

Si alguien en San Andrés sabe cómo sortear las limitaciones, esa es Lucy Chow, una mujer raizal que se sobrepuso a la parálisis de sus extremidades con la que nació, demostrando que la voluntad, amor propio y valentía vencen cualquier obstáculo.

Ella es una pintora de boca que inició en este arte hace más de 20 años. Poco a poco fue perfeccionando la técnica de tomar el pincel con la boca y plasmar en sus cuadros la belleza de los paisajes del archipiélago, gracias a un ángel, como llama Lucy a la persona que le enseñó a pintar.

“Desde mi uso de razón o conocimiento me ha gustado ver esas artes tan bonitas. Yo dije, algún día quiero aprender, yo quiero aprender. Y dios mandó a alguien, un ángel en el camino para que me pudiera enseñar y ahí fue que aprendí”.

Comprender que las limitaciones se superan con esfuerzo, amor y pasión ha llevado a esta artista sanandresana a participar en exposiciones nacionales e internacionales, donde aprovecha para compartir su historia y motivar a las personas a superarse.

“Los límites no los tienen en lo físico si no en sus corazones, en la mente que se bloquean”

De las 1238 personas con discapacidad que hay en todo el departamento, según la fundación Mauricio Alejandro Vélez, Lucy Chow se destaca por ser la única representante de las islas en la Asociación Nacional de Pintores con la Boca y con el Pie. Además, por ser campeona regional paraolímpica de natación.

Lucy es madre de un joven de 16 años, está casada y es una férrea defensora de las tradiciones culturales del archipiélago, por eso en sus cuadros siempre busca plasmar los paisajes y elementos culturales de la isla.

La pasión que la mueve la reta a compartir todos sus conocimientos sobre pintura y artesanías con niños y niñas, tres veces a la semana en un pequeño taller en su casa. Allí les enseña a reciclar materiales, pintar y a valorar cada día como una oportunidad para cumplir los sueños.

“Mi sueño es llegar lejos. No sólo pintar una cosita y conformarme, no. Me encanta tener sueños y anhelos”.

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