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¿Qué pasa con las vías inconclusas en Santander?

La corrupción y el mal clima son los dos factores fundamentales en contra del avance vial de esta región.

Por: Boris Tejada

¿Cuál es la realidad que viven las vías de Santander, teniendo en cuenta que cada vez que arrecian las lluvias se presentan derrumbes, bloqueos y varias comunidades terminan incomunicadas? Al mismo tiempo, las remociones de tierra que se han venido presentando en algunos municipios como San Vicente de Chucurí también han terminado colapsando estructuralmente algunas rutas de comunicación que, por su gravedad, aún permanecen cerradas.

A ese panorama hay que sumarle además que, desde el sector público el anterior gobernador, Richard Aguilar, anunció grandes inversiones económicas en lo que se denominó el ‘Contrato Plan Santander’, una iniciativa que viene ejecutándose desde las últimas dos administraciones departamentales bajo la conducción del gerente Hugo Rodríguez, quien reporta directamente al Departamento Nacional de Planeación.

Y no es para menos, puesto que se trata de una ejecución de obras con más de 7 billones de pesos, recursos destinados a aspectos como inclusión social, desarrollo económico e infraestructura y conectividad, según lo explica el mismo Rodríguez. Todo esto debía hacer de esta región una de las más competitivas del país; sin embargo, esto aún, no ha sucedido.

Para conocer bien la radiografía actual de las vías de Santander, hay que identificar los principales proyectos viales de la región.

La Ruta del Sol, la navegabilidad por el río Magdalena, la concesión para la Doble Calzada Bucaramanga - Pamplona, el Proyecto Yuma y la Doble Calzada Bucaramanga - Barrancabermeja - Yondó, son los principales proyectos que destaca el ingeniero Félix Jamies Lasprilla, quien conoce de cerca los proyectos viales de la región, teniendo en cuenta sus labores en la Cámara de Comercio de Bucaramanga, la Gobernación de Santander, la Alcaldía de Bucaramanga, entre otros.

Proyectos frenados, abortados e inconclusos

La Ruta del Sol, que era la llamada a dinamizar la infraestructura regional en Santander, terminó convertida en un fracaso monumental por el escándalo de Odebrecht, que se presentó en el nivel central.

El Invías en su momento, señaló que el tramo entre Puerto Araujo y San Alberto se terminaría por medio de licitaciones. Sin embargo, aún no hay claridad suficiente explicó Jaimes Lasprilla, integrante además de la Sociedad Santandereana de Ingenieros.

La segunda gran acometida vial de Santander estaba enfocada en la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, pero lo que pretendía ampliar el horizonte en el transporte multimodal de la mano de la firma Navelena, perteneciente a Odebrecht y que pasó a liquidación a manos de José Archila, exsuperintendente de Industria y Comercio, “terminó frenado y hoy en día no hay claridad sobre los dineros para replantear este proyecto”, señala Jaimes.

Por su parte la Concesión de la Doble Calzada Bucaramanga – Pamplona, que está a cargo de Carlos Alberto Solarte y que cuesta 1.4 billones de pesos, “puede terminar con un impacto negativo porque precisamente esta firma está siendo investigada por la Fiscalía por su relación con Odebrecht y en cualquier momento el gran perjudicado puede ser Santander”, resalta Jaimes.

El Proyecto Yuma o la Gran vía Yuma, que inició en el 2013 en cabeza de Ecopetrol y que buscaba unir la Ruta del Sol con el Puerto de Barrancabermeja, con una inversión de 350 mil millones de pesos, finalmente terminó frenado por problemas en la tercerización de servicios que al parecer no fueron pagados. Esto derivó a la postre en protestas de trabajadores y en el retiro de las firmas que lo estaban ejecutando.

Fue hace exactamente unos 10 meses atrás cuando los empresarios portugueses dijeron sobre la gran vía Yuma que no estaban dadas las condiciones adecuadas para ejecutar el proyecto y recordaron que desde hace más de 120 días se presentaba un bloqueo que impedía continuar los trabajos. Así lo indicaron los inversionistas pertenecientes a la empresa Mota-Engil, que se retiró, como lo hizo antes la empresa colombomexicana Tradeco, que se declaró en quiebra.

El único proyecto vial de gran envergadura en Santander que está marchando como estaba previsto es la Doble Calzada Bucaramanga – Barrancabermeja - Yondó, el cual ha venido sufriendo protestas por parte de campesinos del municipio de Lebrija, que exigen empleo y que sus veredas tengan acceso a esta vía, lo que terminó anclado en una mesa de diálogo que avanza junto a las obras en este momento.

“La Concesión Ruta del Cacao y con la mediación del gerente del Contrato Plan, Hugo Rodríguez, establecimos un cronograma que terminará al final de julio, para concertar temas de instalación de peajes nuevos, retornos, accesos viales y los más importantes empleos para la comunidad”, explica Raúl Castellanos, uno de los campesinos que integra la protesta en el municipio de Lebrija.

El invierno, un destructor vial

Además de los proyectos que no marchan por la corrupción o los diferentes problemas que se han suscitado, el invierno está jugando en contra de las vías de Santander.

Solo en San Vicente de Chucurí, a la altura de Peña de Oro, se debieron invertir de urgencia más de 12 mil millones de pesos para tratar de contener una falla geográfica que destruyó la vía principal de acceso a este municipio.

“Las obras de contención que se ejecutan sobre esta vía se requieren porque esta zona está muy afectada por muchas fallas, especialmente por coluviones, que en épocas de lluvias generan deslizamientos", manifiesta Mauricio Mejía, el saliente Secretario de Infraestructura de Santander sobre este tramo vial.

Pero ese no es el único trayecto con este tipo de problemas, la vía que comunica a Boyacá con Santander a la altura de Capitanejo colapsó al punto de desaparecer en un tramo a manos de las aguas del río Chicamocha, mientras en otros sectores el pavimento se resquebrajó totalmente por la erosión que no se controló a tiempo.

La Defensa Civil y las autoridades municipales fueron pidiendo apoyo poco a poco, hasta que un sector de la vía se derrumbó.

Otras vías que constantemente se colapsan son la que comunica a San Gil con Charalá o la zona del Borrascoso - Opón, en Landazuri, las del municipio de Galán que, cada vez que llueve terminan bloqueadas por el aumento del caudal de varias quebradas. Son estas algunas de las vías terciarias que intentan unir los 87 municipios de Santander, un objetivo que aún no se logra con claridad.

Finalmente, Hugo Rodríguez, gerente del Contrato Plan Santander, explica que este proyecto era el llamado a subsanar gran parte del problema vial de la región, puesto que “es el de mayor valor de los 13 que actualmente se están trabajando en Colombia, con una suma inicial de $6.1 billones, luego pasó a $7.2 billones, dineros que se deben destinar para tres proyectos viales de cuarta generación o 4G en Santander, entre otros proyectos”, señala.

A pesar de todo, el Contrato Plan terminó criticado por el propio gobernador Didier Tavera, quien varias veces ha dicho en público que algunas obras, como la de la vía Guacamayo, Santa Rita, presentan problemas de retraso de más del 70%.

Así las cosas, el Ingeniero Felix Jamies Lasprilla concluye que el primer paso para avanzar en este tema es que la clase dirigente de Santander, más los gremios, se unan decididamente para lograr mover los proyectos viales desde el nivel central del país. Agrega que de lo contrario será imposible que las vías de Santander entren en el grupo de las más competitivas de Colombia.

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