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San Andrés calificó como ilegal reserva de biosfera creada por Nicaragua

La reserva de Nicaragua declaró como propios 44 mil kilómetros cuadrados en el Mar Caribe que son de la reserva Seaflower de Colombia.

Luego de que la Asamblea Nacional de Nicaragua creara el pasado 28 de enero la “Reserva de Biosfera del Caribe nicaragüense”, la Corporación Ambiental Coralina de San Andrés, Providencia y Santa Catalina declaró este hecho como ilegal. “Ellos tomaron los 180 mil kilómetros cuadrados de Seaflower y declararon 44 mil kilómetros cuadrados que representan el 24 % de nuestra reserva de biosfera”, señaló su director Arnne Britton González

El rechazo se da debido a que ya existe la Reserva de Biosfera Seaflower declarada por la UNESCO en el año 2000, la cual cobija 180 mil kilómetros del Mar Caribe Occidental en aguas soberanas de Colombia, en el archipiélago y el territorio marítimo en litigio con la nación centroamericana, fallo que Colombia no acató.

La decisión del Gobierno del presidente Daniel Ortega que según las autoridades desconoce normas internacionales y de la UNESCO, recibió el pasado 16 de febrero una nota de protesta por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.

Desde la isla, la entidad ambiental a cargo del manejo de la Reserva de Biosfera Seaflower, que tiene la potestad de las aguas que la reserva nicaragüense incluyó en su declaración, rechazó este hecho que calificó como ilegal por parte del país centroamericano, y afirmó que esto va en contra del medio ambiente.

La delimitación que Nicaragua usó para declarar la “Reserva de Biosfera del Caribe”, incluye territorio colombiano, aseguró el director de la corporación.

“Para que sea bajo la categoría de reserva de biosfera, la UNESCO tiene que emitir una resolución firmada por el director general de la UNESCO, lo que valida una reserva de biosfera, no a través de una figura de un cuerpo legislativo de un país”, añadió Britton.

Por esta razón se prendieron las alarmas en el territorio insular, ya que esas son zonas protegidas que se encuentran bajo la jurisdicción de Colombia ejercida por la Armada Nacional, las cuales vienen siendo preservadas por medio del plan de expediciones Seaflower, liderados por la Vicepresidencia de la República y la Comisión Colombiana del Océano.

Otro dato que preocupa a Coralina, es que Nicaragua excluyó de esta “Reserva de biosfera” la zona conocida como “banco de luna verde”, la cual está en litigio y es una zona de alta riqueza pesquera, sin embargo, acoge parte del mar que le pertenece a nuestro país.

“A nivel internacional Colombia protestó con justa razón porque influyó ilegalmente en una reserva declarada por la UNESCO para que sea respetada la reserva y las aguas colombianas”, dijo Britton a medios locales.

La corporación ambiental fue enfática al declarar que junto con la Armada Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana continuarán realizando los respectivos patrullajes y controles para proteger Seaflower.

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