Por cuenta de dos músicos en las últimas semanas Colombia ha vivido la gloria del reconocimiento mundial en la música clásica. Por un lado, el director de orquesta Andrés Orozco-Estrada, director invitado de la orquesta sinfónica más renombrada del mundo: la Orquesta Filarmónica de Berlín. Esto sucedió el pasado fin de semana cuando Orozco-Estrada dirigió tres conciertos ante la audiencia berlinesa, que incluyeron el poema sinfónica 'Macbeth' de R. Strauss; el Concierto para piano y orquesta n° 4 en Sol menor, op. 40 de S. Rachmaninov, con el noruego Leif Ove Andsnes como solista, y la Sinfonía n° 5 en Re menor, op. 47, de D. Shostakovich.
Una oportunidad más que merecida para Orozco-Estrada, actual director Musical de la Houston Symphony, director Titular de la Frankfurt Radio Symphony y director Principal Invitado de la London Philharmonic Orchestra.
Y por su parte, el joven violonchelista Santiago Cañón-Valencia, nacido en Bogotá en mayo de 1995, es uno de los participantes de la Queen Elisabeth Competition, uno de los concursos internacionales más prestigiosos y tradicionales del medio, que en 2017 dedica su edición al violonchelo.
Cañón-Valencia hace parte del grupo de finalistas y tendrá el chance de disputar la medalla de oro el próximo viernes 2 de junio, cuando interpretará frente al jurado el Concierto para chelo y orquesta n° 5, op. 107 de D. Shostakovich. Tan solo ser admitido como concursante representa ya un inmenso logro, que ratifica años de preparación y disciplina inquebrantables, que en el caso de Cañón, se han visto engalanados con muchos reconocimientos como ganador y finalista de más concursos internacionales, giras de conciertos y grabaciones.
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