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Así suena Latinoamérica, el sonido como identidad

La Universidad de Manizales fue el escenario para el Foro de Documental Sonoro en Español, Sonodoc. Esto nos contaron sus fundadores.

Por: Eveling Rico Albañil

La Universidad de Manizales fue el escenario para el Foro de Documental Sonoro en Español, Sonodoc. Esto nos contaron sus fundadores.

“La radio en América Latina es el medio de mayor penetración y confianza. Sus usos sociales son innegables a lo largo de la historia”, con esta premisa el Foro Sonodoc llega a diferentes escenarios académicos, para conversar sobre la importancia del sonido como parte de la identidad y la memoria de un país o una comunidad.

En el marco de este encuentro dialogamos con dos de sus miembros fundadores: Francisco Godínez de Argentina, quien es productor, investigador, capacitador y consultor en radio con fines sociales y nuevas narrativas. Así mismo nos acompañó Alejandro Cornejo de Perú, periodista, productor, realizador radial, investigador y paisajista sonoro.

Para empezar a definir un poco cómo suena Latinoamérica, Francisco se refirió a la riqueza de los acentos, las formas de hablar y las diferentes cadencias desde México hasta la Patagonia. Afirmó que considera un desperdicio la búsqueda de las voces ‘neutras’, pues las radios por ejemplo, deberían empezar a escucharse como suenan sus hablantes en la calle. Para Alejandro Latinoamérica suena divertida, imperfecta, rebelde y desprolija, incluso sorpresiva e inesperada.

“Ahora suena a revolución, pero por mucho tiempo sonó a pena y a tristeza… Los bicentenarios, por ejemplo, son la respuesta innata de cada país a su propia sonoridad”, indicó Cornejo.

Francisco cuenta que cada vez que viaja hace un registro sonoro de las ciudades que visita. Trata de retratar como suenan y hacer un análisis o una comparación, “hay cosas parecidas, pero después está todo lo que a América Latina le da ese sonido uniforme del capitalismo, que son los voceadores, las comida… cómo cada ciudad tiene una vida pública y suenan las personas viviendo la calle”, explicó.

Respecto a estos paisajes sonoros, Alejandro agregó que, si bien hay sonidos de la naturaleza que son iguales en muchos lugares como el agua o el viento, son las expresiones culturales las que nos hacen diferentes.

Alejandro Cornejo y Francisco Godínez en el taller: “Narrativas experimentales y nuevos géneros sonoros”

Al preguntarles qué sonidos le daban identidad a sus ciudades natales, Alejandro explicó: “Soy de Cuzco y lo que siempre recuerdo es que cada mes hay una fiesta”. Godínez por su parte, afirmó que a Buenos Aires hay cosas que la definen como el tango y el futbol: “Los días de partido cuando juega la selección argentina, se calla Buenos Aires”, afirmó.

Por lo anterior y cómo decía Alejandro en uno de sus talleres: “La sonoridad es el mejor regalo para la memoria”, Sonodoc ve en formatos como el documental sonoro, una herramienta clave para contar historias, repensar las historiografías oficiales, las temáticas y problemáticas propias de cada comunidad y país de la región.

Para ellos “es un género innovador, híbrido entre periodismo y arte, lo cual permite que ciertos temas sean contados de forma atractiva”, y en ese sentido: ¿Qué tan abiertos estamos los latinoamericanos a la exploración sonora para resaltar nuestra identidad?

Francisco y Alejandro hablan de 2 públicos: por un lado, están los jóvenes a quienes definen como abiertos, interesados y experimentadores. Del otro lado está los que pertenecen a “la vieja escuela de la radio” a quienes ven curiosos, atentos y expectantes.

La conclusión de ambos es que los escenarios donde esta experimentación por la identidad y los nuevos formatos puede darse, es en la radio pública, las emisoras comunitarias y el podcast. Ellos aseguran que el rol de estos canales es muy importante, pues tienen la oportunidad de probar nuevas cosas sin el afán de las ganancias económicas, para posteriormente abrir un margen que luego duplican las radios comerciales.

De esta forma, Sonodoc nos invita a construir el archivo de la historia presente mediante nuevos formatos y experiencias auditivas. Luego de estos testimonios ¿te animarías a descubrir la identidad sonora de tu ciudad?

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