Pasar al contenido principal
CERRAR

Tuto Muñoz, un hombre de teatro

Terco, perseverante y divertido. Así es Tuto Muñoz, un hombre que nació para el teatro, para enseñar.

Por: Andrea Cardona.

Terco, perseverante y divertido. Así es Tuto Muñoz, un hombre que nació para el teatro, para enseñar, montar obras y gestionar el sustento de su lugar de creación.

Lleva 44 años de trabajo por el teatro en Manizales, una vocación que descubrió en la época del colegio cuando personificó a ‘Arturo el Bohemio Puro’ en la obra El brindis del bohemio. Desde entonces, su lugar de culto ha sido el escenario.

El reconocimiento más reciente que recibió Tuto Muñoz fue en la pasada entrega del Programa Departamental de Estímulos de la Secretaría de Cultura de Caldas en la categoría Vida y Obra a un director dramaturgo o actor.

El Teatro Independiente Chipre (Tich) de Manizales fue su primer grupo teatral, donde permaneció 18 años. Allí conoció a Nidia Giraldo, la mamá de sus dos hijos y su compañera en la carrera empírica del teatro, que los llevó a fundar y crear la Fundación Teatral Punto de Partida. Una de las pocas personas que lo llama por su nombre Augusto.

“No tenemos maestrías ni doctorados. Tenemos la experiencia de hacer teatro por más de 40 años. Recuerdo que por la relación que tuvo el Tich con el Teatro Libre de Bogotá, traíamos a directores y docentes de la capital para formarnos. Aprovechamos a los talleristas que llegaron al Festival Internacional de Teatro de Manizales para aprender”, explicó Tuto Muñoz.

Una de la labores de Tuto es enseñar. Flor Toro, estudiante de la Licenciatura de Artes Escénicas de la Universidad de Caldas y actriz de Punto de Partida, asegura que su maestro es malgeniado, pero se caracteriza por ser una gran persona. En esto coincide Eliana Cano, otra de las pupilas de Tuto.

“Flor y yo llevamos dos años y medio en Punto de Partida. Este grupo es una familia y es mi segundo hogar. Tuto y Nidia me inspiran por la lucha que les he visto de cumplir sus sueños. Tuto nos enseña el amor por el teatro y él mismo es un espejo. Es un provocador en el arte”, asegura Eliana Cano.

Los muñecos Calvin  y Bartolo hacen parte de la familia Punto de Partida. Foto: Andrea Cardona.

Punto de partida

Llegar a la sede de la Fundación Teatral Punto de Partida es encontrarse con un espacio que pese a que antes era un puesto de salud, recibe al público en una sala que por estos días es el escenario para ocho obras que tienen en repertorio.

Después de permanecer seis años como actor invitado en el Teatro Libre de Bogotá, Tuto fundó lo que hoy es su empresa artística. “Punto de Partida nació un 5 de diciembre en los sótanos de la Jiménez en Bogotá. En esa ciudad estrenamos la obra el Soldado Mogollón, el comienzo de este gran sueño”.

No ha sido fácil mantener por 22 años a Punto de Partida, que aún no cuenta con una sede propia. La fundación está ubicada en el barrio Minitas de Manizales, en la Carrera 11 c # 62-18, en comodato con la Alcaldía de Manizales. Los murales coloridos de la fachada advierten que esto no es una casa como las viviendas vecinas.

Esta casa tiene dos habitaciones llenas de vestuario, en las paredes hay máscaras y títeres como Bartolo, Maní y Beto. Hay luces, un escenario donde trabajan las cuatro personas que son el grupo base de Punto de Partida, una de las salas concertadas del Ministerio de Cultura.

Calí es uno de los muñecos creados por Punto de Partida. Foto: Andrea Cardona.

La administradora ejecutiva de la fundación es Nidia. Aunque esta labor no la exime de actuar, dirigir, gestionar, crear y compartir escenario con su esposo y los actores que han pasado por este escenario.

“El teatro me lo ha dado todo. Me ha hecho persona, madre, mujer, actriz y administradora del proyecto de vida de los dos. Sus triunfos también son míos. Él ama y vive del teatro”, asegura Nidia.

En Punto de Partida nació el Festival Iberoamericano de Teatro de Muñecos y el Festival Intercolegiado de Teatro que este año llega a su décimo segunda versión.

Ambos eventos tiene un público y un fin específico: los niños. “Hacemos estos eventos porque creemos ciegamente en la formación a partir de la lúdica. Sabemos que el niño aprende y goza a través de los títeres”, dice Tuto.

El sueño de Tuto y Nidia es continuar con la creación teatral en su fundación cuyo nombre se debe a que en la formación académica y artística siempre hay un Punto de Partida.

ETIQUETAS